Con leche de cabra ordeñada ese mismo día, aprendimos a hacer un fabuloso queso de cabra que nos lo llevamos a casa al finalizar el taller.
Disfrutamos de una jornada en un ambiente ameno rodeados de personas preocupadas por el medioambiente, la salud y el bienestar físico y emocional. Todo ésto en una finca en plena naturaleza al lado del cauce de un río. ¿Qué más se puede pedir?
Aquí os dejo unas fotos del taller. También hay vídeos que podéis ver en YouTube.
Y EL REQUESÓN