Yo no sé a vosotros pero a mi cada vez se me pasan más rápido los meses. Estamos a punto de acabar 2017 y con éste, los Retos "Alfabeto Dulces" de este año. En estas fechas casi todos estamos súper liados y andamos de un lado a otro sin parar, entre las compras para las cenas y las comidas de Navidad, los regalos, las celebraciones...
Si el mes pasado os decía que los ingredientes elegidos para el #RetoAlfabetoDulce eran muy apropiados para estas fechas, los de este mes tampoco se quedan cortos. Tuvimos unos percances porque la segunda encargada de elegir ingrediente no dio señales de vida, y después de pasar a la siguiente persona de la lista y de nuevo a la siguiente, no hubo manera, así que opté por ser yo la que eligiera el ingrediente secundario.
Así que entre Cristina del blog La cocina roja de Cris y yo hemos elegido los ingredientes con los que hemos preparado los postres que más de uno cenará o comerá en Nochebuena o Navidad respectivamente. Cris optó por el whisky, que con la "W" no hay mucho dónde elegir y yo aproveché la F y elegí las frutas del bosque o frutas rojas para que tuvierais más opciones y pudierais escoger la que más os guste.
Para la ocasión he elegido un postre que he descubierto por casualidad y aunque habitualmente se presenta en vasos, dado que en el reto anterior preparé aquellos vasitos de espuma de queso y granada que tanto os gustaron, por no repetir formato, he adaptado la receta y así preparar una tarta con ella.
El postre en cuestión es un postre tradicional escocés que consiste en una mezcla de nata (crema de leche), miel, whisky y frambuesas frescas con avena tostada. He leído que tradicionalmente se sirve en vasos altos y que se acostumbra a traer los ingredientes por separado a la mesa y cada uno se monta el postre a su gusto.
Por cierto, que todavía no he dicho como se llama... Su nombre es "Cranachan" y aunque antes era habitual tomarlo en verano, hoy en día se toma en cualquier época del año y en ocasiones especiales, como bodas. Dice la tradición que quién encuentre un anillo dentro del postre, será el siguiente en casarse. Debe ser algo así como la "sorpresa" de nuestro Roscón de Reyes.
Me recuerda un poco a otro dulce tradicional de nuestro vecino anglosajón, que preparé hace ya unos años y que me dejó completamente enamorada: el Eton mess. Otra opción fantástica por otro lado, para preparar en estas fiestas y que como ya os comentaba en su día, es una versión un poquito más elaborada de las fresas con nata (crema de leche) que tanto me gustan.
TARTA "CRANACHAN"
INGREDIENTES
Para el relleno de la tarta
300 gr. de queso crema
250 gr. de queso mascarpone
150 gr. de nata (crema de leche) líquida para montar 35% M.G.
200 gr. de azúcar
3 cucharadas de whisky
4 hojas de gelatina neutra
3 cucharadas de mermelada de frambuesa
Un puñado de frambuesas
Para el crujiente de la tarta
60 gr. de mantequilla derretida
50 gr. azúcar moreno
2 cucharadas de miel
50 gr. de nueces
80 gr. de copos de avena solubles Kölln
Para la decoración
Azúcar glacé
Frambuesas
ELABORACIÓN
Para preparar la tarta, hidratamos las hojas de gelatina introduciéndolas en un recipiente con agua fría durante unos 20 minutos.
Calentamos un poco de la nata (crema de leche) líquida en el microondas. Disolvemos la gelatina bien escurrida en ella y la reservamos.
En un recipiente ponemos los quesos, el azúcar, el whisky y batimos con una batidora de brazo hasta que los ingredientes estén integrados. Añadimos la mermelada y mezclamos bien. A continuación incorporamos la gelatina disuelta y batimos hasta que la crema sea homogénea.
Montamos la nata (crema de leche) a punto de nieve y la añadimos a la mezcla anterior integrándola con movimientos envolventes.
Por último añadimos las frambuesas y vertemos la crema en un molde desmontable. Distribuimos bien las frambuesas por todo el molde con una cuchara.
Refrigeramos toda la noche.
Para preparar el crujiente, precalentamos el horno a 180º C.
En un recipiente mezclamos la mantequilla derretida, la miel, el azúcar moreno, las avellanas y los copos de avena. Revolvemos bien todo, lo extendemos en una bandeja de horno sobre un papel vegetal y horneamos 20 minutos.
Dejamos que se enfríe y lo desmenuzamos con los dedos haciendo migas gruesas. Reservamos.
Desmoldamos la tarta en un plato o cake stand. Distribuimos las migas por encima y adornamos con unas frambuesas frescas. Podemos espolvorear la tarta con azúcar glacé a nuestro gusto.
El dulzor de la nata (crema de leche) combina perfectamente con la acidez de las frambuesas y con el toque crujiente de la avena y las avellanas, que hacen de este postre una opción fantástica como broche final a una de las comidas o cenas que degustaremos estos días.
Por supuesto, si lo preparáis en vaso o copa, conseguiréis ahorrar bastante tiempo y como os digo siempre, evitaros el reparto una vez en la mesa. Cada uno tendrá su copa lista y en una de ellas podéis esconder una sorpresita, como manda la tradición.
Y ya sólo me queda desearos una Feliz Nochebuena y un fantástico día de Navidad en compañía de familia y amigos. Disfrutad de estas fiestas tan entrañables y que la magia de la Navidad inunde vuestros corazones. Muchos, muchos besos.