En España no es muy común ver en las fruterías el ruibarbo, pero no es imposible. Su época es en primavera. Y como dato curioso os diré (a mi me lo dijo google) que botánicamente es una verdura, pero en los años cuarenta en estados unidos fue designado como fruta y así sigue hasta hoy.
Otro día (si logro comprar más antes de que termine la temporada) os enseñare una ensalada con esta fruta.
Tiene un sabor ácido que combina muy bien con fresas o como en este caso con cerezas.
Para un molde de 35,5 x 12,5
Masa sablée:
- - 30 gr de azúcar blanca
- - 20 gr de azúcar moreno
- - 100 gr de mantequilla
- - 2 yemas de huevo (unos 40 gr.)
- - 170 gr de harina
- - 50 gr de almendra molida
- - 2 gr de sal
Mezclamos la mantequilla en pomada con los dos tipos de azúcar y la sal.
Añadimos una yema de huevo, removemos bien y añadimos la otra.
Por último incorporamos la harina y la almendra molida.
Mezclamos hasta que sea una masa homogénea (¡no se tarda nada!). Hacer una bola y meterla en la nevera tapada con papel film durante unas dos horas.
Enmantequillar el molde y cubrir con la masa tanto la base como los laterales. Apretar bien con los dedos para que quede fina.
Pinchar con un tenedor. Poner encima un papel de horno con pesos o con legumbres. Hornear a 180ºc durante 8 minutos.
Relleno:
- - 400 gr de ruibarbo
- - 500 gr de cerezas
- - 10 gr de azúcar vainillado
- - 65 gr de azúcar
- - 40 gr de maicena
Deshuesar las cerezas y partir a la mitad.
Pelar el ruibarbo para quitar las hebras y cortar en rodajitas.
En un bol mezclar todos los ingredientes y extender sobre la masa sablée.
En caso de que nos haya sobrado masa sablée, hacemos migas y cubrimos la tarta con ellas.
Hornear 50 minutos a 180ºc. A la mitad de la cocción si vemos que se está tostando de mas tapamos con papel de plata.
Antes de que se enfrié podemos apretar suavemente para que quede mas compacto el relleno.
Chantilly:
- - 400 gr de nata (crema de leche) 35% mg
- - 60 gr de azúcar
- - ½ vaina de vainilla
Hacemos un corte transversal pero sin llegar a atravesarla en la vaina de vainilla. Con un cuchillo raspamos su interior para quedarnos con todas las semillas.
Llevamos a ebullición la nata (crema de leche) junto con el azúcar, las semillas y la vaina de vainilla, que esta ultima aunque no tenga las semillas nos seguirá dando algo de aroma.
Dejamos en la nevera hasta el día siguiente.
Retirar la vaina y montar la nata (crema de leche).
Emplatado:
Cubrimos la tarta con el chantilly y ¡a disfrutar!