La crema pastelera casera es uno de los mayores placeres de la repostería. Partiendo de la receta básica, se puede "tunear" infusionando otros ingredientes que le den un sabor diferente.
Este es el caso: he preparado una crema pastelera morena -con azúcar morena- con sabor a naranja y azahar que estaba deliciosa.
Cambiando las frutas que se pongan tendremos diferentes tartas, todas ellas con sabor casero y que nos recuerdan a la niñez.
Yo compro la masa brisa ya elaborada en el frontal del supermercado. Están muy bien hechas y ahorran un montón de tiempo. Además, mis compañeras de trabajo me dicen que mis recetas son muy elaboradas, lo cual no es cierto en todos los casos.
En este caso, mientras se horneaba la masa brisa, he preparado la crema pastelera. Luego, sólo queda enfriar la crema y montar la tarta, para lo cual podemos tirar de nuestros hijos pequeños que nos ayudarán de buen grado.
Para 8 raciones:
1 paquete de masa brisa
250 g de frambuesas
1 naranja (para la ralladura)Para la crema de naranja:
200 mL de leche
200 mL de nata (crema de leche) para montar
100 g de azúcar moreno
1 cucharada de agua de azahar
ralladura de naranja
3 yemas de huevo tamaño L
50 g de maizena (harina de maíz)Se calienta el horno a 180ºC y, cuando esté caliente, se hornea la masa colocada apretando en un molde, durante 15 minutos, aproximadamente.
Se pueden poner unos garbanzos para hacer peso, o bien, poner el papel de hornear en el que viene la masa bien apretado encima de ella.
Mientras se hornea la masa en blanco (sin relleno), se prepara la crema. Para ello, se pone la leche, la nata (crema de leche) y el azúcar, junto con el azahar y la ralladura de naranja a calentar en un cazo.
Se deja que dé un hervor, se retira del fuego y se deja infusionar unos instantes.
Se ponen en un bol las yemas y se baten junto a la maizena, mezclando bien. Se añade a este bol la leche infusionada, batiendo poco a poco e incorporando todo el líquido.
Se vuelve a poner al fuego (medio) y se mueve sin parar hasta que espese. En el momento en que hierve espesa y se retira del fuego.
Se deja enfriar.
Se rellena la tarta añadiendo la crema, extendiéndola con el dorso de una cuchara para que quede bien lisa.
Se colocan las frambuesas encima de la crema y se espolvorea con ralladura de naranja. Se enfría, si se desea, y se come con placer.