Seguro que más de uno estáis pensando que para lo que está siendo 2020 ya se podía haber ido entero y a ver si el cambio de dígito nos trae algo mejor, pero el tiempo va a la velocidad que va y esta vez no va a correr más por nosotros.
Y sin pretensión de ser pájaro de mal agüero y tirando del refranero español soy de la opinión de que más vale malo conocido que bueno por conocer ya que no sabemos qué nos van a deparar el otoño e invierno próximos así que mejor vivir sin prisas.
Que esto de vivir sin prisas ya me lo podría aplicar yo, que llevo un mes de junio que para mí se queda. Creo que jamás he dispuesto de tan poco tiempo libre y he estado tan ausente de mi cocina virtual y de las vuestras.
Para que se note que es verano en la blogosfera me he decidido por esta tarta de horchata que se hace en un suspiro si tiramos de robot de cocina. Yo la he preparado en Monsieur Cuisine, pero el paso a paso también os vale si tenéis Themomix en casa.
Si no tenéis robot de cocina no os preocupéis que se puede hacer en el fuego. Requiere un poco más de atención pero la dificultad es nula.
Yo que soy de buen diente nunca he sido muy fan de la horchata. Desde que tengo el blog he intentado hacerle un hueco en nuestros veranos, pero lo cierto es que no ha triunfado, al menos por sí sola.
En repostería sí que nos ha gustado. Como muestra este bizcocho de horchata y, sobre todo, estas magdalenas de horchata y naranja que duraron un suspiro. Pero eso de abrir la nevera, encontrarte con la botella de horchata y tomarte un vaso bien fresquito pues no.
Y con estas me encuentro que un mes llega a mi casa la caja de degustación a la que estoy suscrita con una botella de horchata. Al armario que fue. Y meses después, en una de mis reorganizaciones, resurgió del olvido y me puse a buscar una receta para darle salida.
Así llegué a esta tarta.
Que no pasará a la historia como una de nuestras favoritas, pero sí que os puedo decir que me sorprendió bastante, y que para no ser fan de esta bebida di buena cuenta de buena parte de ella.
Además me pareció ideal no sólo para dar salida a esa botella olvidada sino como postre diferente y original para las comidas del verano, o como merienda.
Y es tan boba de hacer que puede prepararla cualquiera.
He de decir que hice algún pequeño ajuste con respecto a las recetas que vi en internet ya que dos sobres de cuajada me parecían pocos y añadí uno más. Aún así no quedó cuajada en exceso, así que con dos estoy casi segura de que no iba a cuajar como para permitir partir porciones.
Al menos con los sobres que yo uso (de Royal) que son para 500 ml de leche cada sobre.
El tema de la canela y la almendra fileteada surgió de lo que tenía en casa. La canela porque soy muy fan y casi cualquier cosa se arregla con ella. Y la almendra porque la tenía desde navidad, que le encargué a mi marido un paquete para el roscón, y se presentó con cuatro. Aún me queda del primero, así que acepto consejos para dar salida a los tres restantes.
El aspecto es el de una tarta de queso sin horno, y como lleva una parte queda cremosa y suave, pero si os estáis preguntando si sabe a horchata, la respuesta es un rotundo sí. Con un litro es imposible que no sepa, pero también os digo que con la galleta, la canela y la almendra hace una combinación bastante interesante.
No me extiendo más. No tengo mucho tiempo y quiero sacar hueco para visitar vuestras cocinas y comentar, que estoy harta de vigilar casi a escondidas lo que se cuece en la blogosfera desde hace bastantes semanas.
Espero que os guste la receta de hoy y que me acompañéis con un trocito mientras os cuento cómo prepararla. ¿Alguien se anima?
Ingredientes:
Para la base:
* 1 rulo de galletas (maría, tostada, digestive...)
* 80 gramos de margarina
* 1 cucharadita de canela
Para el relleno:
* 1 litro de horchata
* 100 gramos de azúcar
* 400 gramos de queso de untar
* 3 sobres de preparado para cuajada
Para decorar:
* Canela en polvo
* Almendras fileteadas
Elaboración en robot de cocina:
1. Comenzamos preparando la base. Para ello pulverizamos las galletas, derretimos la margarina y se la añadimos junto con la canela, mezclamos bien y vertemos en un molde desmoldable (el que yo he usado es de 23 centímetros) y con ayuda de una cuchara, las manos o un rodillo de repostería extendemos cubriendo bien la base y parte de los laterales. Procuramos que quede nivelada. Reservamos.
2. Ponemos la pala removedora (mariposa) en nuestro robot y añadimos la horchata, el queso, el azúcar y los sobres de preparado de cuajada.
3. Programamos 15 minutos, velocidad 3, 95 grados
4. Cuando termine vertemos sobre la base de galleta y cuando el relleno esté frío tapamos con film transparente y metemos en el frigorífico hasta que esté completamente cuajado. Mejor de un día para otro.
5. Antes de servir desmoldamos y espolvoreamos la superficie con canela y con almedras fileteadas.
Elaboración tradicional:
1. Este paso es igual que en la elaboración con robot de cocina:
2. Apartamos un vaso de horchata, donde deshacemos los sobres de preparado para cuajada, y reservamos.
3. En una cazuela ponemos al fuego la horchata restante, el queso y el azúcar y cuando esté a punto de romper a hervir añadimos la horchata reservada, removemos bien y mantenemos al fuego removiendo de vez en cuando hasta que comience a espesar. Apartamo del fuego.
Los puntos cuatro y cinco sin iguales que en la elaboración en Monsieur Cuisine.
No cabe duda de que es una receta con mucho sabor a verano, aunque la horchata no sea muy típica por tierras andaluzas.
La receta va sin lugar a dudas al reto 1+/-100 desperdicio cero de mi amiga Marisa que tengo muy abandonado últimamente (como a todos vosotros) y no me gusta este silencio obligado.
Desde ayer estoy con jornada estival. No sé si lograré tener más o menos tiempo libre para mis cosas, pero al menos estaré más tiempo en casa y con las niñas.
Los que más los que menos las veis en mis estados de WhatsApp donde de vez en cuando cuelgo algo o en mi foto de perfil. Otros recibís algunas fotos cuando preguntáis por ellas.
El estado de alarma nos ha regalado más tiempo con ellas y una ausencia casi absoluta de resfriados de vómitos. Miedo me da la vuelta a las aulas y el regreso de virus y visitas al pediatra. Yo por el momento las tengo matriculadas. El regreso, ya veremos cuándo toca.
Millones de gracias por seguir visitando mi blog. Nos leemos la semana próxima.
Manos a la masa y ¡bon appétit!