No creo que haga falta tener que celebrar algo para realizar una tarta, y menos si elegimos este dulce postre para tomar en cualquier momento del día. Creo que la encontré por casualidad y haciendo unos cuantos cambios ha quedado un delicioso manjar. Comenzamos:
Para la base:
100 gramos de mantequilla
50 gramos de chocolate negro
180 gramos de galletas tipo maría
180 gramos de galletas con chocolate tipo príncipe
Para el relleno:
50 gramos de chocolate con leche
50 gramos de chocolate negro
11 barritas de Kinder Bueno
1 litro de nata (crema de leche) para montar 35%MG
100 gramos de azúcar
2 sobres de cuajada
Para la cobertura:
100 gramos de chocolate negro
100 gramos de nata (crema de leche)
Comenzamos esta tarta por la base, derritiendo la mantequilla con el chocolate. Una vez esté todo mezclado hacemos polvo ambos tipos de galletas y lo mezclamos todo colocándolo en la base de nuestro molde. Metemos en la nevera.
Calentamos en una pota la mayor parte de la nata (crema de leche) con los chocolates, las barritas de kinder bueno, el azúcar y removemos bien. Si ves que te quedan grumos puedes batir un poco esta mezcla con la ayuda de la batidora. Cuando llegue a hervir volcamos la nata (crema de leche) que habíamos reservado mezclada previamente con los sobres de cuajada. Damos un hervor y retiramos del fuego. Nuestra crema la echaremos en el molde, sobre la base de galletas.
Una vez dejamos nuestro molde en la nevera durante unas horas aproximadamente, lo cubrimos con la cobertura, que no es mas que poner en un cazo la nata (crema de leche) y cuando hierva se retira y se añade el chocolate. Se remueve y ya está lista para nuestra tarta. Tras media hora en la nevera ya está lista para decorar a nuestro gusto y ¡¡¡DISFRUTAAAAARR!!!