Si, ya se que ahora me ha dado por las tartas de queso o cheesecake, pero es que a parte de que es uno de mis postres favoritos, y se que de muchos de vosotros también, la cuestión es que cuando tuve en mis manos el bote de higos confitados en almíbar de Can Bech, no pude resistirme, sabia que esta receta era éxito asegurado, aunque combinan perfectamente con muchos otros platos como ensaladas, foie gras, helados de queso etc., me decidí por este pastel porque la combinación con el queso es un espectáculo de bueno!!
Estos higos en almíbar proceden de sus propios cultivos, y son la joya de la casa. Están confitados enteros con un almíbar denso, el cual he utilizado también para el relleno de queso.
Vamos con la receta que os va a encantar.
Ingredientes para 4-6 raciones
Para la base del pastel
100 g . Galletas oreo trituradas
50 g . Mantequilla sin sal
Para el relleno
250 g . Queso mascarpone o un queso cremoso
1 bote de Higos confitados en almíbar de Can Bech
100 ml . Nata (crema de leche) o crema de leche
80 g . Azúcar
4 Hojas de gelatina
Procedimiemto
Como elaboramos la base de la tarta
Esta vez para la base de la tarta he utilizado galletas oreo que me encanta, pero vosotros las podéis sustituir por las que más os gusten, Si las compráis enteras, ya sabéis que utilizamos solo la galleta, el relleno os lo coméis que está riquísimo, aunque en algúnos establecimientos se que venden la galleta ya triturada para este tipo de tartas.
Una vez las tengamos listas, ya sabéis que para machacarlas las ponemos en el recipiente de la trituradora o las disponemos entre dos plasticos de cocina (papel film) y les pasamos un rodillo por encima varias veces.
Derretimos a fuego lento la mantequilla en una sartén y la mezclamos bien con la galleta oreo triturada hasta que tengamos una masa consistente y compacta. Formamos una bola y la disponemos en un molde presionando poco a poco hacia fuera para formar la base del pastel. Cubrimos con papel film y reservamos en el frigorífico mientras hacemos el relleno del pastel.
Como elaboramos el relleno
Escurrimos los higos con un colador, reservando el almíbar por un lado y los higos por otro. Ponemos las hojas de gelatina en agua fría para que se hidraten.
Cortamos en trocitos pequeños los higos, reservando uno o dos de ellos para la decoración, o los utilizamos todos y decoramos con frescos si tenéis.
Ponemos 75 ml del almíbar de los higos en una cazo. Llevamos a ebullición, retiramos del fuego y dejamos que se enfríe durante 30 segundos. Agregamos la gelatina escurrida y removemos hasta que se disuelva por completo.
En un cuenco grande batimos ligeramente el queso mascarpone hasta lograr una crema. Montamos la nata (crema de leche) con el azúcar hasta que este bien firme , y con mucha suavidad la mezclamos con el queso cremoso. Seguidamente incorporamos esta mezcla a la gelatina que tenemos disuelta con el almíbar. Agregamos por último los higos cortados en trocitos y mezclamos de nuevo suavemente para que se repartan uniformemente.
Sacamos el molde de la nevera y vertemos este relleno sobre la base de galleta oreo, alisamos la parte superior con una cuchara o espátula humedecida en agua. Tapamos con papel film y dejamos en el frigorífico toda la noche o un mínimo de 5 horas.
Para desmoldar la tarta de queso, mojamos una espátula de metal delgado o un cuchillo en agua muy caliente, secamos rápidamente e introducimos con mucho cuidado la espátula entre el pastel de queso y los lados del molde. Soltamos el resorte y levantamos los lados del molde. Introducimos la espátula bajo el pastel para aflojarlo un poco de la base y seguidamente lo pasamos al plato o fuente de servir.
Decoramos con los higos enteros que hemos reservado o higos frescos.
Ettore Cioccia.