Tiempo: 45 minutos + 30 de horneado
Dificultad: Fácil
El queso Idiazábal hace que esta tarta tenga un sabor muy diferente a las típicas tartas con queso crema. Más pronunciado pero no fuerte. Además su acompañamiento con membrillo y nueces que es una forma de acompañar a los grandes quesos le da otro toque distinto al que estamos más acostumbrados con las confituras y mermeladas.
Esta tarta está hecha con una cocción corta para que quede con una textura un poco más fluida de lo normal. Cuando sacamos la tarta del horno, esta tendrá una textura como muy liquida en su interior. Simplemente la dejamos reposar en la nevera hasta el día siguiente para que coja más cuerpo. En la boca será más cremosa que cualquier otra tarta horneada.
Si Queremos aligerarla, pues es bastante consistente, podemos prescindir de hacer la base de galleta. Y podemos poner alguna nuez por encima a la hora de presentarlo.
Ingredientes para un molde de unos 20 cm:
Para la base:
El ingrediente principal de la base son las nueces. Las galletas simplemente son para unificar y hacer más fácilmente la masa.
- 3 o 4 Galleta María.
- Mantequilla
- unos 60 gr de nueces
Para la masa:
- 3 huevos L
- 150 gr de azúcar
- 250 gr de queso fresco tipo burgos
- 200 gr de queso Idiazábal
- 200 gr de nata (crema de leche) liquida para cocinar
Para la cobertura de membrillo:
Tenemos dos opciones. Si queremos hacer como una especie de gelatina para echar por encima y cubrir la tarta seguimos la receta añadiendo la gelatina.
Pero cuando yo hago esta tarta para comer en casa, lo que hago es obviar la gelatina y hacer como una especie de salsa que cada uno se echa por encima a su gusto. Aunque esta tarta esta riquísima así tal cual.
- 150 gr de membrillo
- 2 hoja de gelatina
- 1 vaso de agua
Elaboración:
- Lo primero de todo es forrar bien el molde con papel de plata para que no nos entre agua del baño María.
- Pintamos todo el interior del molde con mantequilla fundida.
- Para la base hacemos como con cualquier tarta, mezclando la galleta molida con la mantequilla fundida y añadiendo también las nueces.
Esparcimos sobre la base del molde y apretamos con una cuchara.
Refrigeramos o metemos al congelador. Lo que queramos.
- Seguimos con la masa. Para ello lo primero de todo es rallar el queso Idiazábal. No importa que nos queden trozos mas grandes, pues luego meteremos la batidora y terminaremos de deshacer si queda algún trozo.
- En un bol batimos la nata (crema de leche) liquida con el azúcar, el queso fresco y el Idiazábal. Vamos añadiendo los huevos de uno en uno. Y no añadimos el siguiente hasta que el anterior esté totalmente incorporado. Todo esto lo hacemos con la batidora a baja velocidad para que la mezcla no coja aire. Esto podría hacer que la masa se agrietara o que subiera y luego se desinflara.
- Vertemos la masa sobre la base de nueces.
- Cocemos al baño María a 180ºc durante 30 minutos. Pasado el tiempo retiramos del horno y dejamos enfriar. Si la dejáramos dentro del horno seguiría haciéndose. Guardamos en la nevera hasta el día siguiente.
- Lo último de todo es hacer la cobertura de membrillo. En un cazo echamos el agua y el membrillo. Calentamos y removemos de vez en cuando.
Mientras hidratamos la gelatina que añadiremos al cazo cuando el membrillo esté deshecho. Mezclamos bien.
Dejamos enfriar un poco y vertemos sobre la tarta. Habrá cuajado en unas horas.
Nota: Se podría hacer perfectamente al horno normal, pero personalmente creo que al baño María queda más suave. No se tuesta demasiado, y de esta manera nos aseguramos de que la cocción es uniforme, es decir, evitaríamos que nos quedara bien por el centro pero que en cambio por el borde quedara demasiado hecho como sucede en muchas tartas de queso. De esta manera queda todo por igual. Y además creo que queda menos seco.
¡A disfrutarla!
Versión con el membrillo cubriendo la tarta.