La cocina de Dani García es una cocina innovadora llena de contrastes, manteniendo a su vez los sabores tradicionales de la cocina del Sur de España. Ha conseguido situar platos típicos de la cocina andaluza como son el ajoblanco y el gazpacho en auténticas delicias culinarias. A los dieciocho años entró en la Escuela de Hostelería de Málaga La Cónsula y en el año 1996 entró como aprendiz en el restaurante del gran cocinero vasco Martín Berasategui, momento en el que amplió su estilo de cocina y pasó a formar parte de la cocina en varios restaurantes malagueños. Ha ganado varios premios, entre ellos un estrella Michelín en el año 2000 en el restaurante Tragabuches y dos estrellas Michelín más 10 años después en el restaurante Calima. Sin duda un talentoso cocinero español que deja la cocina del país en muy buen lugar día tras día.
Entre su gran variedad de recetas he optado por una receta sencilla que he adaptado a mi manera, pues la forma que le he dado no es exactamente la misma, de hecho por su aspecto podriamos llamarle bollito en lugar de tarta, pero dentro de los cambio que he realizado mantiene la esencia de la receta original de Dani García. En su versión, los champiñones están triturados, yo he decidido ponerlos enteros, pues me gusta encontrarme su textura en el paladar. Otro de los cambios que he realizado es que he añadido un huevo, de este modo le aportaba proteína al plato. Y por supuesto, yo he reducido las cantidades. En lugar de hacer varios discos pequeños para servir a modo de aperitivo, he elaborado dos discos grandes, para tomar como plato principal.
Sin duda me ha encantado la receta, pues tanto el huevo, como los champiñones con el hojaldre combinan de maravilla. Seguro que repetiremos el plato en casa en más de una ocasión.
Ingredientes para 2 raciones
1 lámina de hojaldre
250gr. champiñones
1/4 puerro o cebolla
80ml. nata (crema de leche)
30gr. mantequilla
2 huevos
lascas de queso parmesano
cebollino fresco
aceite, ajo en polvo, sal
Lavamos los champiñones y los cortamos en trozos pequeños o láminas.
Doramos los champiñones en una sartén con unas gotas de aceite y ajo en polvo.
En una cacerola pochamos el puerro picado previamente junto con la mantequilla.
Agregamos los champiñones dorados con el puerro. Añadimos la nata (crema de leche) y lo dejamos cocer unos 15 minutos.
Podemos dejar los champiñones tal cual como he hecho yo o bien podemos triturar la mezcla.
Preparamos el hojaldre. Podemos utilizar la placa tal cual, entera o bien podemos darle la forma que queramos. En esta ocasión he hecho dos círculos grandes. Pinchamos toda la superficie con un tenedor y horneamos a 220ºC durante unos 15 minutos aproximadamente.
Retiramos el hojaldre (se habrá hinchado, lo partimos por la mitad y tenemos la forma de bollito). Colocamos sobre una placa el relleno de champiñones.
Freímos o cocemos un huevo a la plancha y lo dejamos encima de los champiñones.
Finalmente colocamos por encima unas láminas de queso parmesano o similar y un poco de cebollino. Ya tendremos lista la tarta de hojaldre para saborear y disfrutar.
Si queremos que el hojaldre no se infle, podemos darle unos pliegues a la masa antes de hornearla y volver a estirarla con un rodillo. De este modo podremos darle el aspecto más de tarta, en lugar de bollito o panecillo como yo he hecho.