He visitado Viena en dos ocasiones, una ciudad maravillosa, y por supuesto he probado más de una vez su famosa Sachertorte, una gozada para adictos al chocolate como yo! No soy muy aficionada a comprar souvenirs cuando viajo, pero sí algún libro de cocina típica del lugar. La receta de la tarta Sacher que os explico a continuación la he preparado siguiendo exactamente los pasos de un recetario que compré en el Schönbrunn.
Vamos pues con los ingredientes necesarios:
180 g de mantequilla
80 g de azúcar glas
una cucharadita de vainilla en polvo
8 huevos camperos
180 g de chocolate negro para repostería
150 g de azúcar
180 g de harina
180 g de confitura de albaricoque
Para el glaseado:
300 g de azúcar
300 g de chocolate
1/4 litro de agua
Lo primero que haremos será preparar el molde que utilizaremos para hornear nuestra tarta, untándolo ligeramente de mantequilla y espolvoreándolo de harina.
A continuación separamos las claras de las yemas, y derretimos el chocolate al baño María.
Mezclamos muy bien la mantequilla ablandada con el azúcar glas y la vainilla. Incorporamos las yemas y seguimos batiendo. Añadimos el chocolate derretido, y mezclamos de nuevo.
Batimos las claras con el azúcar a punto de nieve y las incorporamos a la mezcla anterior con movimientos envolventes para que no se bajen.
Añadimos ahora poco a poco la harina tamizada, mezclando con suavidad. Volcamos la masa en el molde y horneamos a 170ºC durante una hora más o menos, (el tiempo dependerá un poco de cada horno, podéis comprobar que está hecho si al pinchar en el centro del bizcocho con un palillo este sale limpio).
Dejamos enfriar por completo antes de desmoldar, y dividimos en dos partes nuestro bizcocho.
Calentamos un poco la mermelada y la pasamos por un colador para que nos quede más líquida. Untamos con ella generosamente una mitad del bizcocho, colocamos encima la otra mitad y cubrimos con más mermelada.
Vamos a preparar ahora el glaseado. Calentamos en un cazo el azúcar y el chocolate, removemos constantemente con las varillas para evitar grumos y dejamos hervir por espacio de un par de minutos. Apagamos el fuego y seguimos removiendo hasta que se temple la mezcla, con la que bañaremos completamente nuestra tarta.
Dejamos que se enfríe por completo la cobertura del chocolate y decoramos a nuestro gusto.
Y ya la tendremos lista para servir. Acompañada de nata montada (crema de leche) está deliciosa!
Y aquí va la anécdota… La primera vez que visité Viena, mi prima Silvia me recomendó encarecidamente que fuese al hotel Sacher a probar su famosa tarta. Cumplida la recomendación, subí a facebook una foto del momento etiquetando en ella a mi prima. Una amiga suya había estado unos meses antes en el mismo lugar dejándose olvidado allí su móvil. Al ver mi foto se puso en contacto conmigo para pedirme el favor de preguntar por el teléfono extraviado, a ver si con un poco de suerte podía recuperarlo. Volví al día siguiente al Café Sacher, y… allí estaba! Un teléfono “viajero” que hizo un curioso trayecto: Barcelona – Viena a la ida, y Viena – Vigo – Barcelona a la vuelta unos meses después
La foto de facebook que propició el “rescate” del móvil perdido
Os dejo aquí la crónica de aquel viaje, por si os apetece echarle un vistazo. Viena es una preciosa ciudad que os recomiendo visitar si tenéis ocasión, seguro que os encantará
“Tarta Sacher, Facebook y un móvil recuperado” también está disponible en audio en iVoox
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