Sé que últimamente me estoy ronroneando un poco y os hago esperar algún día de más a la semana…pero comprenderme que con éste calor no apetece demasiado ni cocinar, ni comer tampoco. Y es que ya se sabe que en verano todos buscamos algo para comer ligero, fácil de hacer y si es fresquito, mucho mejor. Y aunque me encanta ponerme en la cocina, los que me conocéis de cerca sabréis como me pongo a la mínima que tengo calor: sudando como un pollo!
Así que he pensado en una receta fresquita, que no necesita de horno y además nos ayudará a comer una ración extra de fruta (para todos aquellos a les que les cuesta un poco comerse la pieza de fruta entera). Se trata de una tarta semifría de naranja. La he bautizado así porqué no es exactamente una tarta (no se hace en el horno), pero tampoco es un postre que se tenga que servir casi congelado (de ahí lo de semifría). Es muy simple de hacer, y lo más seguro que os recuerde a la “tarta de galletas y natillas” que hacíamos de pequeños en casa. Así que vamos con la lista de la compra:
1L de zumo de naranja (unas 10 naranjas medianas)
80 gr de azúcar glas
25 gr de maicena
2 huevos L
bizcochos de Soletilla (de los duros)
1 naranja entera
3 hojas de gelatina
1 pizca de canela en polvo
¿Empezamos? Tengo que decir que si no quieres exprimir las naranjas, también se puede hacer con tu zumo favorito de los que hay en cualquier supermercado. Pero entonces tendrás que probar las cantidades de azúcar, para que quede a tu gusto, y no demasiado dulce, ya que hay muchas marcas comerciales que añaden bastante azúcar a su producto. Tu decides, como siempre. Pero si has comprado las naranjas para exprimirlas, éste es el momento de hacerlo. Y reserva el zumo para usarlo después.
Coge un bol grandecito y mezcla el azúcar glas, la maicena y los huevos. Con la varilla remueve enérgicamente para que no quede ningún grumo, y añade 1/2 L del zumo de naranja. Cuando lo tengamos todo bien mezclado, lo vamos a llevar a un cazo y al fuego. Sin parar de remover, ahora con una cuchara de madera mejor, y mirando que no hierva en ningún momento, vamos a esperar unos 5 minutos a que espese un poco. Es como si hiciéramos una crema pastelera de naranja. Y cuando tengamos la consistencia deseada, apartaremos del fuego y dejaremos enfriar un poco. Ten en cuenta que con más tiempo en el fuego, más va a espesar; pero también recuerda que después con el frío, espesará aún más. Pasado un rato, ralla la piel de la naranja entera (bien limpia antes!) y añadesela a la crema templada, para que coja aún más sabor.
Ahora ya toca ir montando nuestra tarta. Coge los bizcochos de Soletilla (aquí en Cataluña se conocen como “melindros”, pero también los puedes encontrar con el nombre de “biscuits”) y ve empapándolos en zumo.
Llena un plano hondo y ves poco a poco.Mójalos solamente lo justo para que se reblandezcan un poco, no esperes a que se ablanden del todo porqué sino no podrás ni sacarlos de allí. Y ves cubriendo el molde elegido de ésta manera: una capa de bizcochos, una capa de crema…una de bizcochitos, una de crema. Es a éste paso al que me refería a que recordarías la tarta de galletas y natillas…. Debemos dejar la última capa, la superior, de crema; es importante para que después se sujete bien la fruta. Y tal como está ahora, lo dejaremos en la nevera al menos 3 horas.
Y ya para decorar y dejar un postre más vistoso (aunque si prefieres saltarte éste paso, también puedes) yo he hecho lo siguiente: las hojas de gelatina las he hidratado en agua fría durante unos 10 minutos (o lo que te indique el fabricante, ya lo sabes). Con el zumo que me ha quedado, lo he puesto en un cazo y he disuelto la gelatina. Se ha enfriado, y mientras, he cortado la naranja (la que le habíamos rallado la piel) y la he cortado en rodajas. Como la tarta ya está medio cuajada, va a sostener bien las rodajas encima; así que he ido cubriendo la tarta. Y le he añadido un toque de canela en polvo (que realza aún más el sabor de la fruta), y al final he puesto la gelatina por encima del todo. Y otra vez a la nevera, un mínimo de 1 hora más. Y ya tienes tu tarta semifría de naranja lista!
Si tienes invitados en casa, vas a quedar de lujo cuando vean éste postre. Además, como no lleva lácteos, es apto para intolerantes a la lactosa, y si por casualidad encuentras unos bizcochitos sin gluten, también podrán probarlo los celíacos (aunque no se si hay o no a la venta…no lo he mirado, la verdad).
Espero que te animes a probar de un postre fresquito y lleno de vitamina C, que va muy bien para éstos calores! A disfrutar del buen tiempo, y los dulces momentos de la vida! Hasta la semana que viene!
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