Justo pensando en ella decidí cambiar mi vida, da prioridad a la maternidad, por ello pedí una excedencia tras su nacimiento , lo que no podría imaginar era que vendría un despidos, la pandemia y verme en paro 5 años mas tarde. Como ya sabéis muchas y muchos de los que me seguís, en plena pandemia empecé a coser, no tenía ni idea, he sido totalmente autodidacta y basándome en mi ejemplo, que soy una mujer corriente, puedo decir que con constancia y esfuerzo podemos llegar a conseguir grandes retos.
Pero de mi mundo costuril en otro momento os hablo, ahora, os traigo una receta espectacular. Humilde, económica, sabrosa, tradicional, de la que guardo muy buenos recuerdo. Mi abuela Magdalena la preparaba riquísima.. Aun recuerdo cuando algunos días tras las salida del colegio nos quedábamos a comer en s casa mi hermano y yo, para nuestra suerte tenía este rico plato. ¡Cuantos recuerdos!
Ingredientes:
1 huevo por persona
1 kg de tomates
patatas
1 cebolla
2 zanahorias
1/4 de pimiento verde de freír
patatas
sal
aove
tomillo Elaboración:
Picamos la cebolla, el pimiento y las zanahorias, estas últimas sin piel. Lo podemos todo en un sartén con un culito de aceite. Dejamos que se sofría a fuego medio, hasta que se ponga la cebolla transparente.
Pelamos los tomates y los troceamos, los añadimos a la sartén y dejamos que se sofrían muy bien. Este paso es fundamental para obtener una salsa de tomate deliciosa, no hay que tener prisas. Perfectamente podemos tenerlo una hora al fuego. Añadimos sal y tomillo al gusto. Por último pasamos por la batidora.
Podemos aprovechar mientras se cocina el tomate para ir friendo las patatas, yo las he cortado en gajos, pero esto no afecta al resultado final. Las patatas no deben quedar muy hechas, ya que terminamos de cocinarlas en el tomate.
Mezclamos las patatas y el tomate, dejamos cocinar a fuego suave 15 minutos, añadimos un huevo por comensal y dejamos cuajar.
Ahora ton sólo nos queda disfrutar de este rico plato que espero os guste tanto como a mí.