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Torrijas de chocolate
Las torrijas tradicionales es uno de esos postres de adultos, es decir, aunque los niños sean por naturaleza muy muy golosos, el sabor de las torrijas no les convence para nada. A mi me pasaba de pequeña. No se si será el color, la textura o el sabor del vino, pero no es el postre preferido de ellos. Así que hay que inventarse algo.
Las torrijas siempre me recuerdan a mi madre. A ella le encantan y cuando éramos pequeños le gustaba dedicar una tarde a prepararlas. El problema es que no las comíamos. Como he dicho, no eran santo de nuestra devoción. Así que la mujer, para poder prepararse unas poquitas para ella y pasar su tarde preparando sus torrijas se inventó la forma de que las tomáramos. Era fácil. Añadimos el factor chocolate y un postre gana enteros para un niño, jeje.
Yo aún le he dado una vuelta de tuerca más. Las hago de chocolate sí, pero respetando la alergia de mi hija a la leche. Así que esta entrada va nada menos de unas torrijas de chocolate con leche de soja. Tradicionales al mínimo, jajaja.
Vamos a ello, y os explico también como hacerlas para los no alérgicos. Los ingredientes que usaremos son:
Lo primero que haremos será calentar aproximadamente medio litro de leche (de soja o normal) con dos o tres tiras de piel de naranja y una ramita de canela. He de decir que mi madre le echaba limón en lugar de naranja pero a mi me gusta más el sabor de la naranja que el del limón, así que vosotros elegís que para gustos...
El procedimiento para hacer la torrija será el mismo que el de una torrija normal sólo que prescindiremos del vino y en lugar tendremos la leche con canela. Es decir, lo preparamos de la siguiente manera:
1. Empapamos las rebanadas en la leche con canela y naranja.
2. Pasamos la rebanada por huevo batido.
3. Freímos en aceite de oliva virgen extra.
Una vez fritas, las reservamos y preparamos un chocolate muy denso y azucarado. Para la leche de soja que es más líquida yo utilicé maicena para espesar pero esto no hace falta en la leche normal. Así, yo puse al fuego medio litro de leche de soja con tres cucharadas de azúcar menos un vasito que saqué para desleír el chocolate (cuatro cucharadas y dos cucharadas de maicena). Cuando la leche empezó a hervir le incorporé el preparado y bajé el fuego. Esperé a que volviera a hervir removiendo continuamente porque se pega en el fondo. Cuando hierve el chocolate ya está espeso pero si lo queremos aún más esperamos que se enfríe un poco.
Con la leche normal podemos seguir el mismo procedimiento pero, ya os digo, que la maicena normalmente no hace falta.
Este chocolate se lo echamos por encima a nuestras torrijas y así las tenemos preparadas listas para los niños y, ¿por qué no? para los adultos también, que a mí me siguen encantando y en casa algún duende "mayor" acabó ayer con ellas, jeje.
Por último, os cuento que si en lugar de chocolate os gusta más unas natillas espesas o un flan, también quedan exquisitas. Probadlas.