Siento haberos tenido abandonados tanto tiempo pero estoy inmerso en una nueva aventura laboral y como bien sabéis los comienzos son bien chulos pero también son duros y complicados. Desde comienzas hasta que te pones al día con toda la información nueva pasa algún tiempo en el que no puedes hacer otra cosa más que pensar en esto.
Pero también es verdad que en esta temporada he cumplido años y he debido de ser muy bueno porque me han hecho un regalazo para celebrarlo... Una estupenda Kitchenaid y además roja... No puede ser más bonita.
Así que me puse como loco a ver que podía hacer para estrenarla y me topé con varios blogs especializados. Después de pasarme unas horas (varios días), por la red, me topé con una receta que hacía tiempo que me apetecía preparar... Y aquí está el resultado.
Se trata de una torta panadera de pueblo. Como muchos sabéis, mi pareja es de Zaragoza y sus padres de un precioso pueblecito llamado Villarroya de la Sierra, en el que he pasado ya varios veranos y del que estoy enamorado, tanto de sus gentes como de sus calles, como de su torta panadera... Siempre que pueden mis suegros nos traen una y en casa no dura ni dos horas.
En el blog de Kitchenaid de Ana Sevilla, me topé con una receta que después de analizarla un poco vi que era la perfecta para adaptarla a nuestro gusto y la verdad es que quedó perfecta. . Miga jugosa y muy buen sabor. Sin duda alguna una perdición, por que ha salido tan buena que tendré que repetirla una y otra vez a petición familiar.
- INGREDIENTES:
420 gr de harina de fuerza
20 gr de levadura fresca de panadería
130 gr de leche
100 gr de agua
70 gr de aceite de oliva suave
2 bayas de cardamomo
60 gr de azúcar
4 gr de sal
4 cucharadas de aceite de oliva
4 cucharillas de azúcar para el final
- ELABORACIÓN:
Mezclamos el agua, la leche y el aceite y lo calentamos un poco. Disolvemos la levadura en el líquido resultante.
Mezclamos la harina con la sal, el azúcar y las dos bayas de cardamomo bien machacadas en un mortero.
Le añadimos poco a poco la mezcla de líquidos y mezclamos bien. Amasamos durante cuatro o cinco minutos hasta que la masa se vuelva flexible y se despegue fácilmente de las paredes del cuenco.
Hacemos una bola y dejamos que fermente en el mismo cuenco y tapada con un trapo, hasta que doble su volumen.
Encendemos el horno a 250º C.
Sacamos del cuenco y desgasificamos (aplastamos un poco).
Untamos con un poco de aceite una bandeja de horno cuadrada. Con un rodillo le damos forma a la masa para que quede de unos tres-cuatro centímetros de grosor y del tamaño de nuestra bandeja.
Le hacemos unos agujeros con los dedos para que penetre bien el calor. Pincelamos con un poco de aceite y metemos en el horno.
Dejamos unos 10 minutos y encendemos también el gratinador del horno. dejamos cinco minutos más hasta que esté bien dorada. Sacamos y dejamos enfriar un par de minutos.
Espolvoreamos con azúcar y dejamos que termine de enfriarse antes de disfrutarla en familia.
- MARIDAJE:
Es perfecta con el café del desayuno o con un chupito de moscatel a media tarde.
- COSTE: barato.
- DIFICULTAD: media.
- TIEMPO: 60 minutos.
- CALÓRICO: quizás mejor para Septiembre me preguntas.