Tortilla de champiñones y chorizo en olla GMD

Un vagón de metro atestado

Ellos sentados

Porque han trabajado toda la vida y han pagado religiosamente sus impuestos, piensa Él
Porque están cansados y lo peor que les puede pasar es romperse la cadera, piensa Ella

Así que cuando les han cedido los asientos no se lo han pensado ni un segundo

Con las manos entrelazadas

Muchas son las miradas que recaen sobre ellos y sus manos entrelazadas

Muchos sonríen con ternura: ¡ojalá mi vida acabe así!

Algunos con ojos tristes: ¡con lo que duele el amor!

Otros tantos, indiferentes: ¿viejos? ¿qué viejos? Cuando salgan de ese metro no recordarán ni un solo detalle de esos minutos. No tienen tiempo que perder

La pareja de ancianos vuelven de conocer a su biznieta. Venid vosotros dando un paseíto...

Nadie piensa en el trasiego que eso les supone. Miedo a llegar tarde, Miedo a perderse. A caer. A no saber volver

En fin, tantos miedos como da la vejez

Se encaminan a casa despacio, paso a paso

Nadie lo ha recordado, pero hoy es su aniversario

Él solo piensa en llegar a su casa, su territorio. Su sillón y su telediario. Sus comidas a las horas estipuladas. Que nada perturbe su día a día

Ella piensa en llegar a casa. Piensa en ponerse su mandil. En llegar a su territorio. Preparar algo ligero en esa cocina que conoce tan bien. Algo sin sal, nada que les pueda sentar mal

También piensa en el postre. Porque hoy habrá postre. Hay que celebrarlo

Y ella tiene tantas ganas de comer algo dulce. Lo necesita tanto. Y hoy es un buen motivo

¡Sesenta años ya!

Ella solo piensa en probar esa ricura que preparó bien temprano

Los dos piensan que han sumado otro día

¡Han vivido tanto juntos!

Cuando mañana despierten y comprueben que los dos están vivos, hablarán de su biznieta, de su familia

Pero sobre todo sonreirán hablando de ese dulce que comieron ayer para celebrar su matrimonio

Él piensa en no beber mucha agua para no tener que levantarse en mitad de la noche

Ella piensa que deberían comer dulce todos los días, porque todo lo días deberían celebrar la vida



INGREDIENTES
800 g de champiñones
1 cebolla grande
4 huevos
2 dientes de ajo
1 pimiento rojo
1 pimiento verde
100 g de chorizo de sarta
Aceite
1 guindilla
1 copa de coñac
Pimienta
Sal

ELABORACIÓN
Trocear los champiñones en trozos desiguales
Cortar la cebolla y los pimientos en trozos de unos 2 cm
Laminar los ajos
Cortar la guindilla pequeña
Picar el chorizo en taquitos

Poner 4 cucharadas de aceite en la cubeta

Rehogar la cebolla y cuando empiece a blanquear añadir el ajo
Cocinar 1 minuto removiendo
Incorporar el pimiento
Salpimentar y remover

Añadir el chorizo cuando esté todo bien pochado
Añadir los champiñones
Cocinar el conjunto hasta que evapore todo el líquido y quede seco
Ir removiendo

Añadir el coñac
Dejar que evapore el alcohol

Rectificar de sal y pimienta si fuera necesario

Batir los huevos
Añadir el sofrito a los huevos
Mezclar muy bien

Verter la mezcla en la cubeta
Con un espátula acomodar bien la mezcla en al cubeta

Menú Horno 8 minutos

Sacar la cubeta de la olla
Poner Tapa Horno para dorar al gusto

Receta adaptada de la revista Love Cocina nº 46 pág.49


¿Hundida, tostadita...? ¡Riquísima!

Fuente: este post proviene de lafarsaysus finas hierbas.blogspot.com, donde puedes consultar el contenido original.
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