En casa nos encantan y aprovechamos a comerlos de formas muy variadas.
Me diréis “pues si suele haberlos todo el año”. Pues sí, ya solemos tener todo tipo de productos a lo largo de todo el año, pero lo ideal sigue siendo comerlos en su temporada, principalmente por calidad y también por su precio.
Y en el caso de los espárragos hasta se les diferencia por el nombre.
Nos referimos a espárragos verdes cuando son los de cultivo, que tenemos todo el año. Y los trigueros son los que crecen silvestres y en temporada, que va de marzo a mayo solamente.
Los trigueros son más finos que los cultivados, y en cuanto a sabor tienen un sabor más intenso y amargo que los verdes.
Hoy os traigo una tortilla rápida y deliciosa, perfecta para una cena y para “camuflarles” un poco las verduras a aquellos que más les cuesta comerlas.
Ingredientes:
?4 huevos L
?3 dientes de ajo
?1 cebolla
?1 manojo de espárragos
Elaboración:
Lavamos bien los espárragos.
Los cortamos en trozos pequeños, desechando la parte final más dura de los espárragos, aquella que no podamos partir con las manos).
Picamos la cebolla y los ajos lo más finito que podamos.
En una sartén con aceite caliente, echamos primero los ajos, dejamos que doren un pelín, no mucho que si no amargan, y añadimos la cebolla y los espárragos picados, sazonamos y los salteamos durante unos 10 minutos para que nos queden tiernos.
Mientras, en un bol, batimos los huevos y sazonamos.
Cuando estén listo el salteado lo pasamos a un escurridor para quitar el exceso de el aceite, lo vertemos en el huevo batido y removemos.
En una sartén ponemos un poco de aceite, calentamos e incorporamos el contenido del bol.
A fuego medio, dejamos cuajar la tortilla por un lado y le damos la vuelta.
Podéis tomar la tortilla de espárragos tanto fría como caliente, a mí me gusta templadita, y es un plato perfecto tanto para una comida, como para una cena, y para tener listo para cuando tengáis invitados.