Entenderéis ahora por qué en el tema culinario, mi lema es “pásame la receta”, siempre estoy recopilando y de vez en cuando acudo a algún que otro cursillo.
La receta de hoy procede precisamente de uno de esos cursos, en concreto uno de “cocina internacional” que impartieron en mi barrio hace unos años.
Cada semana elaborábamos un menú de una región o país distinto. Este pastel formaba parte del dedicado a la cocina mexicana y está realmente bueno.
Estos son los ingredientes que necesitaréis para elaborarlo…
Para el bizcocho:
– 6 huevos
– 180 gr de azúcar
– 150 gr de harina
Para la mezcla de las leches:
– Un frasco de leche evaporada ( 350 ml +/-)
– Una lata de leche condensada (400 gr +/-)
– Una taza de nata (crema de leche) líquida para montar (250 ml)
– Una cucharadita de extracto de vainilla
Para la cobertura:
– Una hoja de gelatina sin sabor
– Una taza de nata (crema de leche) líquida para montar (250 ml)
– 2 cucharadas de azúcar glas
– Una cucharadita de extracto de vainilla
Comenzamos batiendo las yemas con la mitad del azúcar y la vainilla.
Batimos a continuación las claras a punto de nieve, añadiendo poco a poco la otra mitad del azúcar hasta obtener un merengue consistente.
Unimos las dos mezclas con movimientos envolventes para no perder volumen mientras vamos incorporando poco a poco la harina tamizándola.
Vertemos la mezcla en un molde previamente engrasado con mantequilla o aceite (yo uso una fuente pirex rectangular) y lo horneamos a 180º hasta que dore un poco y se separe ligeramente de los bordes. El tiempo depende de cada horno pero ronda los 15 minutos +/- (conviene estar vigilantes a partir de los 10 minutos).
Mientras se hornea el bizcocho, batimos con varillas los ingredientes de la mezcla de leches en una jarra.
Sacamos el bizcocho del horno y lo empapamos por encima y por los bordes.
Lo dejamos enfriar al menos un par de horas y lo refrigeramos hasta la hora de servir. (Todo este proceso se puede elaborar de víspera).
Para la cobertura os doy dos opciones:
La primera es la que preparé en esta ocasión.
Montamos la nata (crema de leche) hasta que forme picos y le añadimos el azúcar glas y la vainilla, mezclando muy bien. Añadimos la gelatina previamente hidratada y volvemos a mezclar. Extendemos sobre el pastel frío y refrigeramos hasta el momento de servir.
La segunda opción consiste en cubrir el bizcocho con mermelada de melocotón y botoncitos de merengue que podéis espolvorear de canela o bien quemar con soplete.
El resultado es un pastel muy esponjoso y rico, rico, rico :D
Si os animáis a prepararlo espero que os guste tanto como a mi.
Y esta entrada me vais a permitir que se la dedique a una persona muy especial que estuvo ayer de cumpleaños. Felicidades Andrés, bicos!