Queridos amigos kuineteros,
Si estáis leyendo esto es que, de alguna manera, he sobrevivido a la vorágine en la que yo a mi misma y por voluntad propia me he metido y que me ha tenido bastante ocupada hasta el día de hoy.
Como mi subconsciente más siniestro debe pensar que el descanso está sobrevalorado, respondí con un rotundo “sí” a la petición de coordinar un equipo de personas que han estado los últimos meses haciendo difusión en las redes sociales de un evento que empieza ahora (ahora AHORA, sí, justo cuando se publica esto). Tarea de coordinación que se suma a mi jornada de trabajo normal, a las clases de danza y preparaciones en casa de las coreografías, a las clases de pintura, al cocinar, a las fotos, al pique con otros usuarios de Duolingo a ver si me mantengo en una buena liga o bajo de clasificación… en definitiva, lo que sería la vida normal de alguien que le falta una patatina pal kilo (jajajaja gracias, Nel Cañedo, por esta nueva frase en mi repertorio).
Hablando de patatinas, hace ya algunas semanas pedí en Instagram (¿¿¿¿qué haces, que no me sigues todavía en IG????) que me pasaran ideas para preparar unos manojos de kale que había encontrado por fortuna en la frutería. Pues una de las ideas fue hacer un trinxat. De ahí las patatinas, claro.
Antes de ir a por el trinxat, dejadme que os diga también por aquí que la primera idea que me escribieron fueron unos chips de kale. Lo vi raro en un principio, y sin estar convencida del todo, los preparé. ¡¡Aaah, los prejuicios!! Suerte que abrí mi mente, porque de haberme guiado por mi reticencia, no los hubiera hecho y me habría perdido una receta es-pec-ta-cu-lar. La idea fue de Mandabrocolis, dejo por aquí el enlace a su Instagram. Si no encontráis la receta y la queréis, dad un silbido y la pongo por aquí.
Vuelvo al trinxat. Supongo que muchos no lo conoceréis porque es un plato muy típico “de por aquí” pero creo que muy local.
Es un plato típico de la Cerdanya (Andorra y zona Pirineos, para que lo ubiquéis) simple de preparar pero muy sabroso. Originalmente se hace con col y patata hervida que se trituran y se les añade algo graso tipo panceta y se fríe como si fuera una tortilla.
Para no desvirtuarlo demasiado, lo hice tal como se haría un trinxat clásico pero con kale en lugar de col (repollo). A ver, la kale es otro tipo de col, ¿por qué iba a quedar mal? Y así fue. No solo no quedó mal sino que quedó muuuuuuuuuuuuuuuuuuuy bien
Trinxat de col kale
Para 2 personas:
2 patatas medianas
6 hojas de col kale
150 grs. de bacon en tiras
2 dientes de ajo
2 cdas. de aceite de oliva
sal y pimienta al gusto
Pelamos las patatas. Lavamos las hojas de kale y les quitamos el tallo central, nos quedaremos solo con las hojas. Las cortamos en tiras para que sean más fáciles de triturar. Hervimos las patatas en trozos con las hojas de kale en agua con un poco de sal durante 20-25 minutos.
Escurrimos las patatas y la kale. Con un tenedor, hacemos un puré y lo mezclamos bien. Con ese tiempo de cocción, la patata se podrá chafar bien pero a la kale quizá le cueste un poco más. No pasa nada si encontramos trozos, por eso la hemos cortado antes.
En una sartén doramos los dientes de ajo en láminas finas con el bacon en un par de cucharadas de aceite de oliva.
Añadimos el puré de patata y kale, añadimos sal y pimienta al gusto y lo removemos. Dejamos que coja consistencia y se dore ligeramente, dándole la vuelta como si fuera una tortilla.
Sí, he clasificado esta receta como plato de cocina sana. Lleva panceta o bacon o parecido, pero es casi todo verdura hervida, un poquito de grasa no va a echar por tierra ninguna operación bikini, ya a la altura del año en la que estamos. Y para los que estáis en el hemisferio sur, afortunados vosotros que todavía tenéis todo un invierno por delante
Ah, me olvidaba de una cosa muy importante. Trinxat… se pronuncia “trinchat”. Ale, con todo este vertido de conocimiento me despido hasta la próxima.
¡Besos!