La visita la ciudad decidimos comenzarla por su lugar más emblemático: La catedral del Pilar. La plaza de las catedrales donde se encuentra este templo es una de las más bonitas de Zaragoza, gracias a sus fuentes. Además, allí tenéis una información de turismo donde os pueden explicar los diferentes monumentos que podéis visitar en la ciudad. Dentro de la catedral encontráis su famosa virgen a la que acuden muchos padres a pasar a sus hijos por el manto. Para ver bien la catedral es mejor hacerlo desde alguno de sus puentes y de noche gana mucho más que de día.
A pocos pasos de esta catedra se encuentra la catedral de El Salvador, más conocida por los lugareños como la Seo. A esta no entramos ya que te cobran y encima había una boda, aunque la mayoría de la gente que la ha visitado dice que es más bonita que la anterior.
Otro lugar que me comentaron que estaba bien y la verdad es que por fuera tiene muy buena pinta, pero no nos dio tiempo de visitar es el Palacio de Aljafería. Además, los domingos por la mañana es gratuito por lo que no os perdáis esta oportunidad.
Sus puentes y sus parques son otra de las cosas que no os podéis perder de esta bella ciudad sobre todo os recomiendo que a los puentes os acerquéis por la noche, ya que la visita es mucho más espectacular. En los parques podéis encontrar preciosas fuentes y estatuas que os contarán un poco más de la historia de Zaragoza, ya que aunque no me he metido en materia en el bus turístico nos fueron contando las diferentes culturas que han pasado por esta ciudad y su huella en ella.