Esta es una receta de aprovechamiento total, aprovechado las peras que me quedaban aún después de preparar la tarta de peras del otro día, y también aprovechando el sobrante de preparar unas riquísimas croquetas de morcilla, se me ocurrió rellenar unos volovanes que tenía en la despensa desde hace tiempo. Y el resultado quedo estupendo, ya que la mezcla de sabores es muy acertada.
INGREDIENTES:
6 Volovanes de tamaño mediano
4 morcillas de cebolla
100 gr. de queso roquefort o similar
2 peras
1/2 cucharada de AOVE (Aceite de Oliva Virgen Extra)
1 cucharada de azúcar moreno
4 cucharadas de nata (crema de leche) para cocinar
PREPARACIÓN:
Lo primero que haremos será preparar la pera confitada, para ello ponemos media cucharada de AOVE en una sartén, y cuando esté caliente añadimos la pera cortada en trocitos, rehogamos hasta que casi esté transparente y entonces añadimos la cucharada de azúcar morena. Dejamos unos minutos más al fuego y retiramos y reservamos.
En la misma sartén ponemos la cebolla, a la que le habremos quitado la piel, y con una cuchara de madera vamos deshaciendo. Añadimos entonces dos cucharadas de nata (crema de leche) para cocinar y removemos hasta que quede una pasta homogénea.
Mientras tanto trituramos el queso roquefort junto con dos cucharadas de nata (crema de leche), y el resultado lo introducimos en una manga pastelera.
Ahora montamos los volovanes, para ello rellenamos cada uno con una cucharada o dos de morcilla. Añadimos por encima, con la ayuda de la manga pastelera, la crema de queso roquefort. Y, por último, coronamos con una cucharadita de la pera confitada. Servimos inmediatamente.
Aunque lo ideal es tomarlo con la morcilla caliente para que haya contraste de sabores y de temperatura en su ingredientes, también lo podemos tomar frío completamente, y si os sobra alguna podéis calentarlo después en el microondas, lo único es que el hojaldre del volován quedará menos crujiente, pero también está muy rico.Feliz lunes.