Esta vez tocaba preparar una receta con hojaldre, nueces, espinacas, pimiento verde, jamón serrano, maíz y caldo. Una verdadera locura, creo que tenemos que cortarnos y empezar a poner menos ingredientes, porque a ver quién sale cuerdo de esta... Álex dice que se nos está yendo de las manos.
Después de mucho pensar en ello, terminé tirando por la calle del medio y rellenando el hojaldre. Bueno, vale, no es muy original, voy a tener que lucirme con la presentación o hacer una preparación que nadie espere. O las dos cosas.
Para la primera, me va venido de perlas la penúltima publicación de Churretes de Cocholate. Aunque Raquel es más de dulce, a la hora de lucir un hojaldre tanto da el relleno, y sus cañas de hojaldre otoñales son muestra de una presentación impecable.
Para la segunda idea usé las espinacas de forma poco convencional, como parte de un pesto de espinacas que, si bien no resulta tan aromático como su receta original, es fresquito y sorprendente.
Ah, otra cosilla: Yo he cocido los garbanzos porque me gustan más, pero también es verdad que llevan más tiempo. En mi caso, el remojo, puesto que los hago con la olla exprés.
Si te atreves, aquí tienes los ingredientes (da para 4 personas aproximadamente)
- 1 lámina de hojaldre rectangular refrigerada
- 100 g de garbanzos (¿no los quieres cocer? pues usa como 150 g de bote)
- Una cucharada de jamón serrano picado
- Medio pimiento verde picado
- Media cebolla picada
- Un vaso de caldo de carne (también te valdría de cocido), unos 200 ml
- Una cucharadita de Maizena
- 3 cucharadas de aceite de oliva, para el sofrito
- 50 g de espinacas, descongeladas y en crudo
- 20 g de nueces
- 10 g de queso parmesano
- 1 diente de ajo
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen
- sal
- huevo batido para decorar
Si vas a cocer tú los garbanzos, déjalos cubiertos con agua templada y una pizca de bicarbonato la noche antes. Al cocerlos, usa ese mismo agua y completa si es necesario, además de ponerle sal. Acuérdate que los garbanzos se echan con el agua ya hirviendo.
Tapa la olla exprés y deja 12-15 minutos cociendo desde que empiece a silbar. Aparta del fuego y abre cuando la pesa haya bajado.
En una sartén sofríe la cebolla, el jamón y el pimiento verde, cuando empiece la cebolla a trasparentar incorpora los garbanzos escurridos y a fuego fuerte, ve tostándolos. No pares de remover para que no se tuesten demasiado, si se deshacen un poco tampoco pasa nada.
Disuelve la cucharadita de Maicena en el vaso de caldo, frío para que no queden pegotes. Llévalo a ebullición en un cazo hasta que quede una salsa densa y espesa, y añádela a la sartén con los garbanzos para que estén bien ligados. Si ves que sobra mucha salsa, deja evaporar al fuego.
Precalienta el horno a 200ºC, con las dos placas.
En la bandeja del horno extiende la lámina de hojaldre y haz mentalmente tres secciones longitudinales, suponiendo que has colocado la lámina en vertical (a lo largo). Las secciones laterales llevarán unos cortes diagonales y en la del medio irá el relleno, bien nivelado y respetando un espacio de unos dos dedos en los bordes superior e inferior.
Lo único que hay que hacer es llevar inicialmente el borde superior sobre el relleno para "arroparlo", y después alternar las capas izquierda y derecha para hacer la trenza. Dobla el borde inferior antes de hacerlo con las dos últimas capas para que quede definitivamente cerrado.
Pinta con huevo batido y hornea 15-20 minutos, hasta que esté dorado.
Para el pesto puedes usar una batidora de brazo, aunque yo usé el mortero para no perderme la textura de los ingredientes.
Pica las nueces y el diente de ajo, mezcla con las espinacas descongeladas hasta hacer una pasta. Añade el queso rallado y dos cucharadas de aceite de oliva virgen. Salpimenta al gusto y sirve con una porción del hojaldre.