Los alfajores argentinos son de esas recetas que nos aporta la repostería, y la cocina en general, que nos hace teletransportarnos a otros países, a otras culturas, a otras costumbres.
Los Alfajores Argentinos son un dulce muy típico del país del que lleva nombre. Está compuesto por dos (o tres) capas de una especie de galleta blanda y acompañado de coco rallado y dulce de leche, uno de los productos estrella en su tierra. Hay quien decide bañarlo en chocolate o bien rellenarlo de otros ingredientes y productos como un praliné de avellanas. Pero yo, hoy, os he querido presentar la receta original.
El equilibrio entre el dulzor del Dulce de Leche y el Coco rallado contrarresta con la suavidad de la galleta, con cierto toque crujiente por fuera pero formada por unas láminas quebradizas y blandas por dentro. Un bocado delicado en el que se pueden apreciar todos los matices, incluso el toque cítrico de la ralladura de limón.
Con las cantidades de dicha receta nos salen unas 40 bases de alfajor, es decir, un total de 20 alfajores completos.
Alfajores Argentinos
INGREDIENTES
Para las bases de galleta:
2 yemas de huevo
190 gr. de Maicena
120 gr. de harina de trigo
100 gr. de azúcar blanco
130 gr. de mantequilla
1 + 1/4 de cucharadita de levadura química en polvo
1/2 cucharada de ralladura de limón
1/2 cucharada de coñac
1/4 cucharadita de sal fina
Para el relleno:
Dulce de leche (cantidad al gusto)
Coco rallado (cantidad al gusto)
PREPARACIÓN
De las bases de galleta:
-Sacamos la mantequilla de la nevera y la cortamos a dados pequeños. La dejamos a temperatura ambiente hasta que adquiera una consistencia pomada (al tocarla con el dedo se queda perfectamente marcada y un poco hundida la huella dactilar).
-En un cuenco, juntamos la harina, la maicena, la levadura y la sal. Lo tamizamos y reservamos para uso posterior.
-Preparamos la ralladura de limón y reservamos.
-Empezamos a preparar nuestra masa: en un bol batimos la mantequilla junto al azúcar, a velocidad media y aumentando progresivamente, hasta que adquiera un tono blanquecino y una textura cremosa.
-Añadimos las yemas de huevo, una a una, asegurándonos de que se integran por completo. Para ello, os aconsejo ir pasando nuestra lengua o espátula de mano por los laterales del bol, de manera que incorporemos perfectamente toda la mantequilla y el azúcar con las yemas.
-Incorporamos la ralladura de limón y el coñac. Mezclamos ligeramente para que se repartan bien por toda la masa.
-Ahora le toca el turno a los ingredientes secos. Incorporamos la mitad de la mezcla tamizada de harina, levadura, maicena y sal. Batimos suavemente e incorporamos la otra mitad de la mezcla a nuestra masa. Veréis como, en este momento, la masa se volverá más densa, tipo cuando hacemos galletas de mantequilla para glasear.
-Cuando todo esté bien integrado y no queden grumos de harina, sacamos la masa del bol y la colocamos en nuestra mesa o superfície de trabajo (que debemos enharinar bien para que no se nos pegue la masa). Damos forma de bola y incorporamos un poco más de harina si vemos que la masa se pega a nuestras manos. Insisto, no se debe amasar, únicamente unificar y dar forma de bola.
-Para poder manejarla mejor, os aconsejo dividir la masa en dos bolas separadas. Tapamos cada una de ellas con papel film y lo metemos en la nevera durante al menos 30 minutos.
-Precalentamos el horno a 180º con calor arriba y abajo, unos minutos antes de sacar la masa de la nevera.
-Pasado este tiempo, sacamos de la nevera y con la ayuda de un rodillo con niveles (yo uso mi Joseph&Jospeh, sino con cualquier rodillo que tengáis en casa y os funcione bien) estiramos nuestra masa con un grosor de 4mm.
-Con la ayuda de un cortador de galletas redondo, de un tamaño entre los 3 y los 5cm de diámetro, vamos marcando en la masa lo que serán nuestras galletas.
-Pasamos a un tapete de cocción en el horno y además colocamos encima de la bandeja de nuestro horno.
-Horneamos, en el centro, durante unos 12 minutos. La cocción perfecta de las bases de los alfajores es aquella en la que la masa sigue teniendo ese tono blanquecino por fuera y tiene un poquito de tono dorado en la base, sin llegar a estar tostado. De esta manera conseguiremos notar en el bocado una capa crujiente por fuera y una textura blanda por dentro.
-Dejamos enfriar por completo en una rejilla.
MONTAJE
Del relleno:
-Empezamos colocando el relleno de nuestros alfajores: un delicioso Dulce de leche. Con la ayuda de un cuchillo o espátula pequeña colocamos una capa de dulce de leche en una de las tapas de galleta de nuestro Alfajor. Cerramos sin presionar.
-Untamos con una capa muy fina de dulce de leche el alrededor del alfajor, tal y como podéis ver en la fotografía. Debéis ir con mucho cuidado para no ensuciar las tapas.
-Rebozamos los laterales del alfajor en coco rallado y …listo!
No me digas que no te pica el gusanillo de la curiosidad y estás deseando ponerte a hacerlos! Te aseguro que son de acierto total, de éxito asegurado. Y es que a pesar de llamarse alfajores, no se parecen en nada a los típicos dulces que nosotros comemos aquí, en España, por navidades.
Espero que te haya gustado mi receta y, sobretodo, que te animes a prepararla y me lo muestres. Estoy deseando verlo.
Nos vemos pronto. Muchos besotes,
Ainhoa.
Para hacer esta receta, hemos utilizado...
Bandeja de presentación madera gris Green Gate
Rejilla enfriadora extensible Wilton
Lechera Cerámica National Trust
Tabla de corte madera-mármol Kitchen Craft
Espátula para untar crema Tescoma
rodillo joseph joseph
Dulce de Leche Mardel
Cuchara de cerámica Audrey Indigo Green Gate
Levadura química de repostería Dayelet
Pack 6 cortantes redondos con ondas Kitchen Craft
Paño de cocina Sally Indigo Green Gate
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