“La mejor receta que tenéis es la pasión” (Anónimo)
Yo diría éstas mismas palabras, pero con otro orden: Lo mejor que tenéis para una receta, es la pasión. Porque sinceramente, siento y pienso que no se puede cocinar sin ése sentimiento.
El origen de la palabra pasión se encuentra en el latín; se deriva de la palabra “passio” y ésta a su vez se desprende del verbo "pati, patior" que significa padecer, sufrir….aunque la pasión es una emoción que generalmente no viene a definirse como sufrimiento, sino que como he podido leer, se indica que la pasión es un sentimiento muy fuerte hacia un tema, idea o hacia una persona; una percepción intensa que engloba el entusiasmo, a un vivo interés o admiración e incluso afinidad por una propuesta, causa e incluso actividad.
En opinión de Maryam Varela, doctora en Inteligencia Emocional por una prestigiosa Universidad en EE. UU., la pasión se trata de “un sentimiento muy intenso y energizante que viene de lo más profundo del alma y surge solo cuando uno ha encontrado la razón de vivir. Nos llena de adrenalina y vigor, y todo cobra sentido. Las personas apasionadas no dan importancia al qué, ni al cómo ni al cuándo, sino al porqué hacen las cosas, y a las emociones que esa actividad les provoca”.
He de confesar que yo soy una persona muy apasionada, lo reconozco, cuando quiero, quiero de verdad…y cuando algo me gusta, no es que me guste, es que me apasiona. Me apasiona mi familia, mi marido y mis hijos; la mar, leer, escuchar música, la cultura en general pero sobre todo la arqueología, la historia y la pintura….me apasiona mi tierra, mi Málaga. Y como podrán imaginar, me apasiona la gastronomía.
Y tengo clarísimo que la pasión se transmite, se contagIa e incluso se saborea; no me pueden negar que uno de los ingredientes en la cocina, en cualquier receta, en los platos a la hora de prepararlos, el ingrediente básico es la pasión.
Ése ingrediente que ocupa un lugar en mi cocina, procuro transmitirlo también en ésta cocina virtual…..¿lo perciben Vds.?
Pasión que he introducido también en la receta de hoy, preparada sabiendo que le encanta a los mios.
¿Cómo la hice?
Ingredientes para las albóndigas:
300 grms.. de carne picada (mitad de ternera, mitad de cerdo), 1/2 cebolla pequeña, dos rebanadas de pan, un vaso de leche, un huevo, una ramita de perejil (solo las hojas), dos dientes de ajo, sal, pan rallado, harina de trigo, seis granos de pimienta negra y aceite de oliva para freírlas.
Ingredientes para la salsa jardinera:
Media cebolla, dos vasos grandes de tomate frito (en éste enlace pueden ver como lo preparo), 100 grms. de guisantes naturales, un diente de ajo, tres zanahorias, un vaso de vino blanco (uso fino amontillado), cuatro cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra, dos hojas de perejil, diez granos de pimienta negra y sal.
Para acompañar: patatas fritas en aceite de oliva virgen extra.
Los pasos a seguir:
Preparar primero las albóndigas, para ello:
Pelar y picar la cebolla y los ajos y picarlos en trozos lo más pequeño posible. Picar igualmente las hojas de perejil.
En un cuenco echar la carne picada, las rebanadas de pan, la leche de forma que empape los trozos de pan, el huevo, la cebolla, el ajo y el perejil picados y salpimentar al gusto.
Remover bien de forma que la masa sea uniforme y queden todos los ingredientes bien integrados.
Si queda la masa demasiado liquida, engordarla con un poco de pan rallado
cuidando de que no quede demasiado espesa ya que las albóndigas quedarían duras (personalmente me gustan esponjosas)
Hacer bolas de la masa resultante e ir pasándolas por harina.
Cuando estén todas enharinadas, en una sartén echar aceite y cuando esté bien caliente ir friendo las albóndigas de forma que queden uniformemente doradas.
Retirarlas de la sartén y dejarlas sobre papel de cocina.
Una vez que las albóndigas están fritas, preparar la salsa.
Pelar y picar las zanahorias en trozos redondos, no muy gruesos.
En un cazo con agua, poner a cocer los trozos de zanahoria; pasados unos diez minutos añadir los chicharos y dejarlos cocer unos cinco minutos (es preferible que queden al dente). Retirar del fuego y reservar.
Picar la cebolla y los ajos en trozos muy pequeños.
En una cacerola echar un buen chorreón de aceite de oliva virgen extra y pochar a fuego lento la cebolla y los ajos, con cuidado de que no se lleguen a quemar. Una vez que esté la cebolla transparente, añadir el vino blanco y llevar a ebullición a fin de que se evapore todo alcohol.
Agregar el tomate frito y remover bien.
Añadir la zanahoria, los guisantes y un poco del caldo de cocer la verdura.
Remover a fin de que se integren bien todos los ingredientes y echar las albóndigas, el laurel y la pimienta negra, salar al gusto y dejar unos minutos a fuego lento.
Removiendo de vez en cuando, dejarlo hervir unos cinco minutos. Si es necesario añadir más caldo a fin de que no quede la salsa demasiado espesa.
Rectificar de sal si fuese necesario.
Retirar del fuego y servir acompañado de patatas fritas.
En “Mi Cocina” hay comensales a quienes les gustan con las patatas al lado……y a otros (como es mi caso) con las patatas fritas incorporadas a la salsa.
Sea como fuere….están deliciosas.
¡¡ Ah !! Se me olvidaba el principal ingrediente: prepárenlas con pasión.
Cocinar es una mezcla de emoción e ingenio que busca la conquista del paladar ¿el resultado?: La pasión (Gordom Ransay, chef)