Adoro los coffeecakes en todas sus presentaciones. Son la excusa perfecta para tomar el café de la tarde, para finalizar un desayuno rápido o ¿por qué no? para ofrecer a un ser querido el próximo domingo día de San Valentín.
Estas preparaciones sencillas no contienen ninguna cubierta de fondant ni crema y a decir verdad no son muy agraciadas por su apariencia tosca. En lugar de una cubierta hermosa y colorida están cubiertos generalmente de streusel (un granulado elaborado con harina, azúcar, mantequilla y cualquier otra cosa para enriquecerlo: nueces, almendras, chocolate, canela...)
Para muchos el coffeecake ideal se elabora con manzana y canela, es una combinación clásica que difícilmente puede ser superada (sobre todo cuando abres la puerta del horno porque el olor es irresistible). Yo adoro la manzana, pero lamentablemente ya no está a mi alcance por razones que todos conocen.
Quizás te interese la receta de coffeecake de nueces y chocolate o esta otra de coffeecake de manzana
Lo bueno de las crisis y de los malos gobiernos es que nos enseñan a resolver con lo que tenemos a mano, muchos son los clásicos de gastronomía y pastelería que surgieron a raíz de la segunda guerra mundial. Seguramente muchas recetas están siendo reinventadas en todos estos años de economía de guerra y malgobierno que nos ha tocado vivir.
Y es pensando precisamente en eso que he decidido utilizar un ingrediente local que está disponible todo el año: la piña.
Este coffeecake no se parece a la tradicional torta de piña volteada (que también es riquísima) es una adaptación del coffeecake de manzana. Como dije, esta vez he sustituido la manzana por piña, he añadido semillas de anís dulce y canela. Para mi asombro el resultado ha sido aun mejor que el de manzana, la piña que es ligeramente ácida se endulza al cocinarse, el aroma de la piña con el anís y la canela es simplemente maravilloso, aún al día siguiente, cada vez que destapaba el domo donde la guardaba, tenía que repartir un pedazo a quien se encontrara cerca (incluyéndome a mi jajaja). Cosas como estas son difíciles de resistir ¿cómo es que nunca se me ocurrió hacerla antes?.
Un consejo antes de ir a la receta: la piña por ser de fibras largas, cuesta trabajo cortarla con un tenedor o cucharilla, por eso la he rebanado lo más fina que he podido y la he troceado en pedazos pequeños, así se evita que se venga una rueda de piña completa en un solo bocado. Si eres de los que comen torta con la mano puedes olvidar este consejo, pero si eres de los que prefieren tomar café en taza con plato, servilletas bonitas y postre con cubierto es mejor seguirlo, eso a menos que nadie te esté viendo y no puedas esperar hasta poner la mesa ;-)
Coffeecake de piña, anís y canela
Tiempo de preparación: 1,5 a 2 h
Ingredientes:
Para el streusel:
¾ de taza de harina todo uso
¼ de cucharadita de canela molida
1 cucharada de semillas de anís dulce
¼ de cucharadita de sal (omitir si se usa mantequilla salada)
½ taza de azúcar morena (papelón granulado o azúcar blanca también sirven)
6 cucharadas de mantequilla sin sal fría (o margarina) cortada en trozos de 1 cm
Para el bizcocho:
2 tazas de harina todo uso
2 cucharaditas de polvo de hornear
½ cucharadita de sal (omitir si se usa mantequilla salada)
1 cucharadita de canela en polvo
2 cucharadas de semillas de anís dulce
½ taza (8 cucharadas) de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
1 taza de azúcar granulada
1 cucharadita de esencia de vainilla
¼ de cucharadita de esencia de anís (opcional)
3 huevos grandes a temperatura ambiente
1 taza de yogurt natural (se puede sustituir por 1 taza de leche + 1 Cda. de vinagre, mezclar y dejar en reposo 5 minutos antes de usar)
2 o 3 rodajas de piña rebanada muy fina y en trozos de 1 cm
Para el glaseado:
1 cucharada de leche (o agua)
½ taza de azúcar glass (impalpable)
Instrucciones:
Pre-calentar el horno a 350 ° F. Engrasar un molde desmontable de tubo central (para pastel de ángel) de 18 cm de diámetro o un molde rectangular de 22 x 33 cm.
Para el streusel:
Mezclar los ingredientes secos. Añadir la mantequilla en trozos y cortar la mezcla con un par de cuchillos o con la punta de los dedos hasta obtener un arenado. Reservar.
Para el bizcocho:
Tamizar juntos la harina, el polvo para hornear, la sal y la canela. Incorporar las semillas de anís. Reservar.
En otro tazón batir la mantequilla con una batidora eléctrica. Añadir el azúcar y batir hasta que esté suave y cremosa.
Añadir los huevos uno a la vez, seguido de yogurt, batiendo después de cada adición y raspando el recipiente según sea necesario.
Añadir los ingredientes secos, revolviendo hasta que se incorpore.
Verter la mitad de mezcla en el molde preparado y añadir la mitad de los trozos de piña cubriendo toda la superficie. Incorporar la mitad de la mezcla de streusel sobre la piña y terminar de llenar el molde con el resto de la mezcla de coffecake.
Extender el resto de los trozos de piña sobre la superficie y cubrir con la otra mitad del streusel. Aplanar ligeramente con las manos para evitar que el streusel se desmorone una vez horneado.
Hornear el bizcocho de 45 a 55 minutos o hasta que al insertar un palillo en el centro éste salga limpio.
Esperar 15 minutos antes de desmoldar, dejar enfriar por completo sobre una rejilla.
Para el glaseado:
Mezclar la leche o el agua con el azúcar glass. Rociar sobre el bizcocho y dejar secar.
Da para 16 a 24 porciones.
Receta inspirada en King Arthur Flour
La verdad yo estaría encantada si alguien me regalara el día de los enamorados una cosa como esta, prefiero un buen pan hecho en casa, un buen cake como este o una cena maravillosa en vez de algo material (si si, es una indirecta, solo espero que llegue a leerla a tiempo).
¿Y tu?¿qué esperas regalar este día?. Deja tu comentario con los otros dos gatos que siempre pasan por aquí :D
¡Feliz fin y feliz día de San Valentín!
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