Muchas veces un ingrediente simple, podemos convertirlo en un gran plato si nos trabajamos la decoración.
Aunque simple simple......las anchoas son ingrediente fetiche en mi cocina, no me faltán nunca.
Eso si, la calidad importa, las mejores, sin duda, las nuestras, las del Cantábrico, además de que la curación es muy buena, las mujeres que se encargan con esmero de su limpieza, las dejan libres de espinas y muy limpias.
La verdad es que es un producto caro, pero al igual que el jamón curado, hay mucha diferencia si podemos pagar por una marca de confianza.
Las fresas casan muy bien con el tomate, además de dar un toque de frescor en los salazones.
Necesitamos:
8 anchoas
2 tomates maduros medianos
2 fresones
8 aceitinas aliñadas
Pan de pueblo
Aceite de oliva virgen extra
Pimienta recién molida
Preparación:
Esto es muy simple, necesitamos un rallador.
Partimos los tomates por la mitad, y estrujamos para que suelten el caldo, los rallamos y rallamos los fresones.
Ponemos esta mezcla en el centro de un plato, y salpimentamos.
Sólo nos queda poner las anchoas como en la foto, adornar con aceitunas, el pan de pueblo cortadito, y regar con un hilo de aceite.
Ponlo en la mesa junto con unas cervezas bien fría, verás como desparece pronto!
Si os gustan las anchoas os recomiendo este Tartar de remolacha y aguacate.