Otra de sus características principales es que se utiliza una cucharadita de cremor tártaro para estabilizar las claras y para evitar que la mezcla se oscurezca. La mezcla se vierte en un molde alto y redondo con un tubo central. No engrasamos el molde previamente y cuando lo sacamos del horno lo dejamos enfriar boca abajo durante una hora antes de desmoldarlo.
Pues bien, la receta que hoy os traigo es una variante de este bizcocho ya que después de haber oído hablar tanto de él, tenía muchas ganas de hacerlo, pero no tenía el molde tradicional, así que decidí probar y hacerlo en un molde de bundt, de ahí el nombre con el que lo he bautizado "Ángel Bundt Cake".
Tenía en casa una cajita de los famosos caramelos de violeta y también un bote de pasta Home Chef sabor violeta que había comprado hacía tiempo, y como todavía no lo había abierto, se me ocurrió que podía ser una buena manera de estrenarla.
Ingredientes
270 gr. de claras de huevo pasteurizadas
200 gr. de azúcar
100 gr. de harina
1 cucharadita de zumo de limón
La ralladura de un limón
1 pizca de sal
2 cucharaditas de pasta de violetas
Precalentamos el horno a 170º C.
Tamizamos la harina y la sal y reservamos.
En el vaso de la batidora, montamos las claras a punto de nieve batiendo a velocidad media. Cuando están a medio montar agregamos poco a poco el azúcar y seguimos batiendo hasta que se formen picos y las claras estén firmes y brillantes.
Añadimos la pasta de violetas y seguimos batiendo. A continuación agregamos la harina a cucharadas y la mezclamos con ayuda de una espátula con movimientos envolventes para que no se bajen las claras.
Engrasamos ligeramente un molde de bundt cake (aunque habitualmente no se hace, yo lo he hecho) y vertemos la masa en él. Con ayuda de una espátula, extendemos la masa de manera uniforme y horneamos unos 40 minutos o hasta que introduciendo un palito de brocheta este salga limpio.
Dejamos reposar 15 minutos en el molde y después colocamos boca abajo sobre una rejilla para después desmoldar el bundt cake y dejar que se enfríe por completo.
Adornamos con unos caramelos de violeta que colocamos alrededor.
Pues no ha quedado nada mal ¿verdad? La textura es muy ligera y el sabor suave porque no eché demasiada pasta de violetas. Más vale no pasarse porque a veces con el horneado se potencian algunos sabores.
Aún así, ya tengo en la lista de las próximas compras el molde genuino para hacer un "Angel Food Cake" en toda regla.