¿Por qué tomamos café? Cuenta una famosa leyenda que, hace muchos años, un pastor descubrió a sus cabras brincando y “bailando”, tras haber comidos de unos frutos rojos. Se le ocurrió hacer una infusión con esos frutos para sentir también él ese efecto estimulante. Cuando la probó, ante su horrible sabor, tiró las bayas al fuego, Así, poco a poco empezaron a tostarse las semillas de su interior. De este modo descubrió el maravilloso aroma del café tostado.
Hay muchas más leyendas como esta, que explican cómo entró el café en nuestras culturas. Pero en el libro ¡Al grano!, Kim Ossenblok, experto barista y autor, explica cómo preparar, degustar y comprar esta bebida como un auténtico “chef del café”.
El café ya forma parte de los alimentos gourmet. Las variedades, procedencias, métodos de cultivo, tuestes y preparaciones son solo algunos de los factores que influyen en su calidad. Sus cientos de aromas, sabores y texturas lo convierten en el nuevo oro negro por su consumo mundial. La mayoría de nosotros tomamos una o varias tazas de café al día para despertar, acompañar una tertulia o disfrutar de su sabor.
Nosotros queremos ayudarte compartiendo, aquí y ahora, algunas de las mejores recetas para que veas que lo que te contamos elevará a otra categoría el placer de tomar un café.
ESPRESSO MACCHIATO
Estaba un barista italiano preparando una bandeja de espressos, cuando algunos clientes le pidieron que les añadiera un poco de leche a los suyos. A la hora de servirlos resultó que, tuvieran leche o no, todos ellos parecían iguales. Para darle una solución fácil a este problema, el barista sacó una cucharilla de crema de la jarra de leche vaporizada y “manchó” el espresso, para que el camarero pudiera ver la diferencia. Así nació la palabra macchiato, que significa manchado en español. El café espresso “manchado” con un poco de crema de leche vaporizada es un espresso macchiato. En España, se llama cortado al espresso con leche, porque se “corta” el café con la leche. Dependiendo de la región, algunos baristas te sirven el espresso con una gota de leche, y otros rellenan un vaso de 80 ml con mitad leche, mitad espresso.
CAFÉ VIENÉS
La primera vez que el autor de este libro, Kim, tomó un café vienes fue el día que consiguió el tercer puesto en el campeonato de cata de café que se celebró en Viena el año 2012. Como curiosidad, quería ver cómo se preparaba esta famosa bebida, porque lo había visto de varias maneras diferentes.
La manera más habitual es verter nata montada (crema de leche) encima de un kaffee crème, un café americano o café de filtro. La nata montada (crema de leche) aporta un increíble dulce para el café, y si lo decoras con un poco de cacao, tendrás un éxito seguro.
Los pasos a seguir son muy sencillos:
Prepara un espresso doble y alárgalo con agua caliente en un vaso.
Monta la nata (crema de leche) en una coctelera hasta obtener una densidad media.
Vierte la nata montada (crema de leche) sobre el café, con la ayuda de una cuchara.
Ralla un poco de chocolate puro encima de la nata (crema de leche) para decorar.
SHAKERATO
Es la bebida fría a base de espresso por excelencia, atractiva a la vista y muy fácil de preparar en una coctelera. Se puede combinar con jarabes de azúcar con diferentes sabores e incluso hacer un cóctel mezclándola con tu licor favorito. Puedes preparar el jarabe de azúcar calentando y mezclando en una sartén dos partes de azúcar con una de agua. También puedes usar azúcar granulado, pero tienes que disolverlo en el espresso antes de verterlo en una coctelera. El shakerato se puede preparar un espresso solo, pero Kim aconseja usar un espresso doble para mantener más el sabor a café, sobre todo cuando está diluido con el hielo.
Te dejamos los pasos a seguir:
Coloca tres cubos de hielo en una coctelera.
Vierte jarabe de azúcar o azúcar granulado al gusto.
Vierte un espresso doble encima del hielo.
Agita bien fuerte para disolver el azúcar en el café.
Sirve sobre un hielo en un vaso.
Prepárate un café para despertar tus sentidos… ¡y vayamos ya directos AL GRANO!