Venga, hoy os propongo una de esas recetas que se hacen en un plis-plas y es perfecta para fin de mes. Sale muy rica y necesitamos muy pocos ingredientes.
Para todos los que pensáis que puede ser muy pesada por aquello del chorizo y tal, nada. Lo hacemos con un truquillo para quitarle grasa al chorizo. Leña al mono:
DIFICULTAD:
No comerte el chorizo mientras lo vas cortando. Verdad, verdadera.
INGREDIENTES:
Arroz. Usa el que uses siempre y la medida que tu sepas que es una ración. En mi piso se usa un cazo. Calculamos un cazo por persona y no sobra nada. También os digo que si pusiéramos dos cazos por barba, tampoco iba a sobrar nada. Pero bueno.
Un trozo de chorizo. Me refiero a un chorizo para cocinar. No vayas a usar el chorizo que te viene en lonchas y en un paquete.
Unos cuantos guisantes congelados.
Un na" de aceite de oliva y sal.PREPARACIÓN:
Lo primero que vamos a hacer es cortar el chorizo en trocitos. Y en una sartén con una gota de aceite lo vamos a poner a fuego medio para que sude y se dore un poquito.
Una vez se dore, vamos a coger un trozo de papel absorbente o una servilleta (de las de tela preferiblemente no) y le vamos a quitar parte de la grasa que ha soltado el chorizo.
Luego vamos a subir el fuego y vamos a poner el arroz. Lo movemos unos segunditos para que se sofría un poco con el chorizo y coja color rojizo.
Echamos el doble de agua que de arroz y un po"toma más de propina. Le ponemos los guisantes sin descongelar y la sal.
Dejamos que empiece a hervir y bajamos el fuego. No lo movemos ya más. Lo vamos a dejar unos 11 minutos (más o menos) hasta que se haya ido todo el agua. Una vez hecho lo dejamos reposar 3 minutos con la tapa puesta y listo para comer.
Como veis es un plato del mínimo esfuerzo y superbarato. Se hace en un momento y es perfecto para esos días que no sabes qué comer.
Puedes variarlo todo lo que quieras, el chorizo por salchicha, los guisantes por pimientos, incluso el arroz por pasta. No será arroz con chorizo sino pasta con salchichas, pero no seré yo quien te diga lo que tienes que comer. Y a cocinar, filibusteros, que el mundo se va a acabar.