Esta es una receta muy sencilla que seguro te apañará más de una cena, solo tienes que tener el bacalao desalado y en aceite con, al menos, 8 horas de antelación.
Ingredientes:
200 gr. de bacalao.
3 patatas grandes.
pimentón dulce y picante.
aceite de oliva virgen extra.
aceitunas negras.
sal y sal Maldon.
Ponemos el bacalao, podemos usar lomos, palitos o migas, a desalar. Nosotros, en esta ocasión, hemos usado migas. Solo hay que tener la precaución de eliminar antes cualquier espina o piel más dura de lo normal. Debemos cambiarle tres veces el agua y la última vez usar leche, eso hará que quede más fino de sabor y más blanco.
Cuando el bacalao haya pasado por los tres baños (dos de agua y uno de leche), un proceso que durará unas 12 horas, lo introduciremos en abundante aceite de oliva de primera calidad y le añadiremos un ajito bien picado. Cubrimos el recipiente con un film transparente y lo dejamos en la nevera durante, al menos, 8 horas antes de utilizarlo. Eso le dará tiempo a coger una textura untuosa y a absorber los sabores del aceite y el ajo.
Cocemos las patatas lavadas pero con piel en abundante agua. Las dejamos atemperar, las pelamos y las cortamos en rodajas gruesas.
Colocamos las rodajas sobre el plato o la bandeja donde vayamos a servirlo y las aliñamos con algo de sal, un poco de pimentón picante, un poco más de pimentón dulce y un buen chorro de aceite de oliva.
Colocamos el bacalao sobre las patatas, aliñamos también con los pimentones dulce y picante al gusto y añadimos unas aceitunas negras sobre el conjunto.
Por último, con una cuchara, vertemos sobre el bacalao y las patatas unas gotas del aceite en el que hemos tenido sumergido el bacalao y unas escamas de sal Maldon.
El aceite que queda puede utilizarse para aliñar pescados plancha, una ensalada o simplemente sobre un trozo de pan con tomate, pues está riquísimo.