Pero para el reto del Asaltablogs me he decidido por un entrante muy curioso, que por supuesto he tuneado... Lo mejor es tomarlas recientes, calentitas y súper crujientes. Podéis tomarlas solas o acompañas de alguna salsa, la crema agria le viene fenomenal.
Ingredientes
200 gr polenta
300 ml de leche
200 ml agua
30 gr mantequilla
2 cucharadas de queso parmesano rallado
Tomillo y orégano
Sal
Pimienta
Aceite para freir
Calentamos la leche con el agua, la mantequilla, la sal y las especias en un cazo a fuego medio. Cuando arranque a hervir añadimos la polenta y el queso parmesano poco a poco mientras removemos bien. La mezcla empezará a espesar en unos segundos. Retiramos del fuego y comprobamos que no hayan quedado grumos.
Extendemos la masa de polenta y queso sobre una bandeja engrasada con aceite. Alisamos con la manos húmedas para evitar que la polenta se nos pegue a las manos y la metemos en la nevera para que se enfríe por completo. Esto facilitará que la podamos cortar sin que se desmenuce.
Una vez esté bien fría la desmoldamos y con un cuchillo bien afilado la vamos cortando a bastones, más o menos regulares.
Calentamos el aceite y vamos friendo las barritas hasta que se doren por los cuatro lados. Escurrimos y colocamos sobre papel absorbente para que suelten el exceso de aceite.
Servir calientes acompañadas de un poco de crema agria o como más os guste