Es un clásico de la cocina española y, sinceramente, me ha ayudado a sobrevivir en innumerables ocasiones. Creo que fue una de las primeras recetas de cocina que aprendí, allá en mi época universitaria. ¡Qué recuerdos! Os presento las famosísimas berenjenas rellenas.
Cuando estudiaba, nunca podía faltar en la despensa el tomate frito y el queso. Más bien el queso sigue siendo uno de mis alimentos indispensables en mi dieta diaria. Todo se soluciona con queso y si es del fuerte, mejor.
Por aquellos tiempos, a parte de vivir a base de táperes, fue cuando comencé a indagar en el noble arte de los fogones y en un intento por emular la cocina de mi madre, fue cuando comencé a practicar estas recetas con carne tan sencilla, pero que para mí, en aquel entonces, era todo un mundo.
INGREDIENTES:
Una berenjena.
250g de carne (puede ser de pollo, de ternera, de cerdo, de lo que queráis).
1/2 cebolla.
Sal.
Pimienta.
Tomate frito.
Orégano.
Queso (en esta caso recomiendo mozzarella).
1º. Partimos la berenjena por la mitad y le propiciamos una serie de cortes. Los mismos servirán para que cuando la metamos al horno a 180º, por arriba y por abajo, se haga mucho antes. Además, la condimentaremos con sal, pimienta y un chorrito de aceite de oliva.
Retiraremos del horno la berenjena, una vez que al tocar su interior, esta se muestre blanda y sea fácil separarla de la piel.
2º. Una vez hecha, cortamos la cebolla y la posaremos en una sartén con abundante aceite de oliva. Más tarde, añadiremos la carne y el interior de la berenjena. Finalmente, para que el relleno esté listo, condimentaremos con sal, pimienta y un chorrito de tomate frito para que esté más jugoso.
Culminaremos la receta con queso por encima y orégano. Luego le daremos un golpe de calor de horno, de apenas unos minutos, para que se derrita el queso y se terminé de elaborar esta magnífica y sencillísima receta de berenjenas rellenas.