Hoy le ha tocado a uno de los dulces más antiguos de la repostería francesa, el clásico baba au rhum. Conocido en España como “bizcocho borracho”, el babá es un bizcocho ligero remojado en ron y servido con nata montada (crema de leche).
En mi versión, he sustituido la típica nata montada (crema de leche) por una crema montada de mascarpone y vainilla. Para emborrachar el bizcocho, no he dejado de usar uno de los ingredientes principales, el ron, pero lo he incorporado a un mojito casero para darle al postre un toque veraniego y fresco, que ya estamos en temporada. El resultado es un espectacular babajito, que además de estar riquísimo es bastante fácil de preparar y muy vistoso. Un postre clásico con aires renovados.
Receta del babajito (o bizcocho emborrachado con mojito)
INDREDIENTES
Para 12 moldes de 8 cm de diámetro
o
4 moldes de 8 cm y 1 molde de 20 cm
Para el bizcocho:
300 g de harina de trigo
120 g de leche
90 g de mantequilla blanda (a temperatura ambiente)
15 g de levadura fresca de panadería
2 huevos medianos
20 g de azúcar blanco
4 g de sal
Para el mojito:
495 g de agua
150 g de azúcar moreno
100 g de zumo de lima recién exprimido
20 g de menta fresca
115 g de ron
Para la crema de mascarpone montada:
150 g de mascarpone
300 g de nata (crema de leche) líquida para montar
5 cucharadas soperas colmadas de azúcar glas
1 vaina de vainilla
Es recomendable realizar todos los pasos la víspera.
Preparamos el bizcocho.
En el bol del robot (o en un bol si no tenemos robot de cocina), introducimos todos los ingredientes excepto la mantequilla y amasamos con la hoja 30 segundos a velocidad media.
Añadimos la mantequilla blanda y seguimos amasando 10 minutos a velocidad máxima. La masa tiene que quedar muy elástica y sedosa.
Cubrimos el bol y dejamos reposar la masa 30 minutos en un lugar cálido (por ejemplo en el horno precalentado a 40 ºC).
Transcurrido este tiempo, removemos la masa con una cuchara de madera para quitarle el aire. Engrasamos los moldes y los rellenamos con la masa hasta un poco más de la mitad. Dejamos reposar 30 minutos de la misma manera que antes.
Una vez que la masa haya crecido por encima del borde de los moldes, horneamos durante 15 minutos si son moldes pequeños (25 o 30 minutos para un molde grande) en un horno precalentado a 190 ºC.
Cuando esté hecho el bizcocho, se deja enfriar y secar encima de una rejilla.
Preparamos el mojito:
En un cazo, introducimos el agua, el azúcar y el zumo de lima, y llevamos a ebullición removiendo de vez en cuando para que se disuelva el azúcar. Cuando la mezcla hierva, retiramos del fuego, añadimos las hojas de menta previamente lavadas y tapamos.
Dejamos infusionar hasta que el almíbar esté completamente frío. Una vez frío, quitamos las hojas de menta, introducimos el ron, mezclamos y dejamos el almíbar en la nevera.
Preparamos la nata (crema de leche) de mascarpone:
Abrimos la vaina de vainilla en dos y sacamos la semillas. En un bol introducimos el mascarpone y las semillas de vainilla, y empezamos a batir (a mano o, mejor, con un robot). Añadimos la nata (crema de leche) muy fría y seguimos batiendo, aumentando la velocidad progresivamente. Cuando la nata (crema de leche) esté medio montada, añadimos el azúcar glas y seguimos batiendo hasta que la nata (crema de leche) quede firme y brillante.
Reservamos en la nevera, en un recipiente cerrado.
Montamos el postre:
Calentamos un poquito el almíbar (máximo 40 ºC) y emborrachamos el bizcocho regándolo con la ayuda de un cazo, o bien sumergiéndolo directamente en el almíbar. En este último caso, tenemos que darle la vuelta al bizcocho encima de una rejilla para que el almíbar llegue a todas partes. Hay que emborrachar el bizcocho más o menos según su grosor. Si hemos utilizado moldes pequeños, este proceso será muy rápido, ya que los bizcochos son bastante finos. Lo importante es que el almíbar llegue a todas partes sin que se rompa el bizcocho. Podemos introducir un palillo en el bizcocho: si sale seco, significa que el almíbar no ha llegado al centro y tenemos que seguir emborrachándolo.
Cuando el bizcocho esté borracho, lo pasamos al plato de presentación. Con la ayuda de una manga pastelera, rellenamos el hueco con nata (crema de leche) de mascarpone formando círculos.
CONSEJOS
El bizcocho se tiene que secar para que se impregne del almíbar sin romperse. Por eso es recomendable preparar todo la víspera.
Además, es importante que el bizcocho esté frío y seco, y que el almíbar esté templado para que no se deshaga cuando se emborrache.
La nata (crema de leche) debe estar muy fría y se tiene que conservar en la nevera una vez montada. Por otro lado, si no vamos a consumir los babas inmediatamente, también tenemos que dejarlos en la nevera.
Espero que os haya gustado y que os atreváis a prepararlo, ya que es un postre diferente e ideal para estas fechas.
Ah, y si os ha gustado, ¡no dudéis un compartirlo! Sylvain.
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