Me temo que las recetas saladas que tengo fotografiadas van a tener que esperar un poquito más dentro de la tarjeta de memoria. Últimamente siempre acabo preparando alguna elaboración dulce súper interesante que merece un hueco de manera inmediata en el blog. Si la semana pasada no me pude resistir a tener entre manos la receta de la cheesecake de leche condensada y no compartirla por aquí, en esta ocasión le ha tocado el turno a este jugoso, esponjoso y tiernísimo bizcocho de calabacín.
Confieso que nunca antes había utilizado el calabacín como ingrediente principal de una elaboración dulce. Y me ha flipado el resultado tan genial. Aporta a la masa una jugosidad, ternura y esponjosidad geniales. En ningún momento tendréis la sensación de que estáis comiendo calabacín, en serio. En mi casa, mi madre tardó una eternidad en dar con el ingrediente misterioso, y eso que yo le dí mil y una pistas.
Llegué a esta receta a través de una amiga aficionada a la repostería. Me pasó la captura, de @paulampics, y supe que muy pronto la probaría. Me pareció una combinación súper interesante: bizcocho integral con calabacín, nueces, piña y un toque de canela. Así que la guardé a buen recaudo para ponerme manos en harina (para variar...) en cuanto tuviera un hueco libre.
Le he hecho pocas modificaciones a la receta original: añadir una chispita más de canela, sustituir la piña por perlitas de chocolate y decorar la superficie con una ganache de chocolate negro.
A mí me ha fascinado el resultado y estoy segurísima de que seguiré investigando otras recetas dulces con calabacín. Y es que, como os he comentado al comienzo de este post, aporta una textura que me ha sorprendido muy mucho.
Como siempre os digo, espero que os guste mucho y lo pongáis en práctica en vuestras casas. Es genial.
Bizcocho de calabacín con nueces y chocolate:
Receta adaptada de Paula Montenegro
INGREDIENTES (para un pastel de 23x12cm)
140g de harina de trigo
60g de harina de trigo integral
1/2 cucharadita de levadura química en polvo
1/2 cucharadita de bicarbonato
1/2 cucharadita de canela en polvo (yo le puse 1/4 de cucharadita más)
2 huevos M
100g de azúcar blanquilla
50g de azúcar moreno
1 cucharadita de extracto de vainilla
120g de aceite de oliva virgen extra
1 calabacín rallado con piel
100g de chips de chocolate
60g de nueces picadas
- Para la ganache:
150g de chocolate negro, troceado
125g de nata (crema de leche) líquida para montar (35%m.g.)
PREPARACIÓN
Tamizamos las harinas con la levadura, el bicarbonato y la canela.
Por otra parte, batimos los azúcares con los huevos hasta que dupliquen su volumen. Añadimos la vainilla y, con la batidora en marcha, vamos vertiendo poco a poco el aceite en forma de hilito.
Incorporamos la mezcla de ingredientes secos tamizados que teníamos reservada. A continuación, el calabacín rallado, al cual habremos exprimido parte del agua.
Por último, agregamos los chips de chocolate y las nueces.
Vertemos la masa en un molde rectangular, perfectamente engrasado y con la base forrada con papel vegetal y horneamos 50-60 minutos en el horno precalentado a 180ºC.
Dejamos enfriar por completo antes de desmoldarlo.
Y, para decorarlo, elaboraremos una ganache de chocolate calentando la nata (crema de leche) hasta que empiece a hervir. En este momento, la vertemos sobre el chocolate troceado y removemos muy bien hasta que el chocolate se haya derretido por completo. Extendemos la ganache sobre la superficie del pastel y decoramos con unos frutos secos y unas uvas.