Para la receta de hoy he utilizado semillas de amapola, que se han usado en medicina natural desde el principio de los tiempos. Tienen propiedades calmantes y sedantes, por lo que se recomiendan no sólo en estados de estrés, sino también, por ejemplo, cuando se tiene tos nerviosa que nos irrita constantemente la garganta.
Además, al igual que otros tipos de semilla, constituyen una fuente importante de calcio, fibra, ácidos grasos saludables y vitaminas del grupo B.
Desde antiguo, las semillas de amapola se han utilizado en la cocina, sobre todo en Oriente. Hoy en día, son un ingrediente muy vistoso que se utiliza en panes, bollos, galletas e incluso en ensaladas. Estas pequeñas semillas negras tienen un sabor dulzón que recuerda a la nuez o a la almendra. Además, en el caso de los bizcochos, aportan un toque crujiente y aromático que a mí me encanta y, para qué negarlo... ¡¡son preciosas!!
La combinación de las semillas de amapola y el limón es simplemente espectacular. Además, el bizcocho de hoy se emborracha un poquito con almíbar de limón al sacarlo del horno, lo que ayuda a mejorar su textura y hacerlo súper tierno. ¡¡En casa nos encanta!! Prometo que de esta manera se mantienen los bizcochos más jugosos según pasan los días, eso, si conseguís no acabarlo el primer día. En casa no lo hemos conseguido, lo devoran en cuanto se enfría lo suficiente para no abrasarse la garganta.
Bizcocho de limón y amapola
Ingredientes:
210 g de harina.
2 cucharadas de semillas de amapola.
1 cucharadita de levadura química.
1/8 cucharadita de bicarbonato.
una pizca de sal.
200 g de azúcar.
la ralladura de un limón.
115 g de mantequilla a temperatura ambiente.
3 huevos.
1/2 cucharadita de extracto de vainilla
60 g de nata (crema de leche) líquida para montar.
60 g de leche semidesnatada.
3 cucharadas de zumo de limón.Para el almíbar:
2 cucharadas de azúcar.
1 cucharada de agua.
1 cucharada de zumo de limón.
Preparación:
1. Precalentamos el horno a 180ºC. Cubrimos el fondo de un molde desmontable con papel de horno, y untamos las paredes del molde con mantequilla.
2. En un bol, y con ayuda de unas varillas, batimos bien la mantequilla con el azúcar y la ralladura de limón. Hay que batir hasta que la mezcla esté pálida y esponjosa. Entonces, añadimos los huevos, uno a uno, incorporando muy bien uno antes de añadir el siguiente. Junto con el tercer huevo incorporamos el extracto de vainilla.
3. En una tacita mezclamos la nata (crema de leche) con una cucharada de zumo de limón. Removemos con una cucharita y dejamos reposar un minuto; veremos que la mezcla se ha puesto espesa. Añadimos a nuestra masa de bizcocho y seguimos batiendo.
4. Incorporamos entonces la leche y volvemos a mezclar.
5. En un bol, mezclamos la harina, las semillas de amapola, la levadura, el bicarbonato y la sal. Vamos añadiendo esta mezcla a la masa del bizcocho poco a poco, en unas tres veces.
6. Finalmente añadimos las 2 cucharadas de zumo de limón que nos faltaban. La cantidad de zumo de limón la podemos aumentar o disminuir ligeramente, dependiendo de lo intenso que nos guste el sabor a limón en el bizcocho.
7. Ponemos la masa en el molde, introducimos en el horno. El bizcocho ha de hornearse entre 45-55 minutos, aproximadamente, o hasta que al pinchar el centro con una brocheta esta salga completamente limpia.
8. Desmoldamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.
9. Mientras se templa el bizcocho, preparamos un almíbar con 2 cucharadas de azúcar, 1 cucharada de agua y una cucharada de zumo de limón. Calentamos en el microondas, con cuidado, a intervalos de 30 segundos, removiendo cada vez, hasta que tengamos un almíbar espeso. Untamos sobre la superficie del bizcocho aún caliente, que lo absorberá rápidamente. Este paso es opcional, pero nos ayuda a que el bizcocho quede aún más jugoso.
Fuente de la receta: Cooking Classy