Bizcocho de melocotón esponjoso
Dificultad: fácil Raciones: 10-12 Tiempo: 40-50 minutos
Ingredientes para un molde de 25 cm:
3 huevos medianos
200 gr de azúcar
125 gr de aceite de girasol u oliva suave
125 gr de yogur natural sin azúcar
275 gr de harina común
16 gr de levadura tipo Royal o polvos de hornear
4 melocotones medianos y maduros
Elaboración:
Vamos a empezar calentando el horno a 180º C con calor arriba y abajo; además engrasamos el molde con un poco de mantequilla y espolvoreando con harina. En la base del molde colocamos papel de horno; así nos aseguramos de que no se nos pegue nada y nos quede perfecto.
Limpiamos os melocotones, los pelamos y les quitamos el hueso. Después cortamos la mitad en láminas que vamos a colocar en la base del bizcocho, a modo de espiral desde fuera hacia dentro.
Con el resto de melocotones vamos a hacer un puré, los trituramos con la batidora o un pasa puré y lo reservamos. También podéis cortarlos en cuadrados pequeños si queréis que estos se vean.
Seguimos montando los huevos con el azúcar, es decir vamos a batirlo mucho para que doblen su volumen y se blanqueen, cuanto más volumen consigamos más esponjoso nos quedará el bizcocho.
Ahora le añadimos el aceite y el yogur y mezclamos bien.
Seguido le incorporamos el melocotón ya sea en puré o en dado y mezclamos.
Continuamos con la harina y la levadura, juntamos ambas y las tamizamos o pasamos por un colador fino, y se lo añadimos a la mezcla anterior; vamos a mezclar todo con mucho cuidado para ello nos ayudamos de una lengua de pastelería y lo hacemos con movimientos envolventes, de abajo hacia arriba, para que la masa no pierda ese volumen que habíamos conseguido antes.
Cuando tengamos la harina bien incorporada a la mezcla vertemos dentro del molde, sobre el melocotón que teníamos en la base y lo metemos en el horno que ya estará caliente.
Dejamos a 180ºC durante 25-35 minutos el tiempo es orientativo, tenéis que comprobar que esta pinchando en el centro con una brocheta y si esta sale seca es que lo tenemos.
Cuando tengamos el bizcocho lo sacamos y dejamos que se enfríe sobre una rejilla antes de desmoldar. Después tan solo tendremos que darle la vuelta y lo tendremos listo para comer.
Ya veréis que bueno está y además el aroma que desprende; umm…!
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