Y es que hacer un bizcocho es sencillo y en apenas una hora, si no queremos esperar a que se enfríe, podemos tener en nuestro paladar un pedacito dulce que nos hará disfrutar de un desayuno o una merienda deliciosos.
En esta ocasión, comparto con vosotros un bizcocho fruto de la improvisación. A mi masa favorita, la de estas magdalenas de nata (crema de leche), decidí cambiarle un poquito las medidas a mi gusto, y añadirle dos ingredientes que me pareció que encajarían a la perfección: Naranja y Canela. No es el descubrimiento de América, lo sé, hay muchos postres que combinan estos sabores, pero el caso es que aquel día me pareció una gran idea, y acerté!
Me encantó la jugosidad y el sabor que le da la naranja, y cómo no, la personalidad de la canela. Un capricho de bizcocho, sofisticado y especial. Me parece ideal para hacer cuando tengáis invitados para merendar.
BIZCOCHO DE NARANJA Y CANELA
Ingredientes:
Para el bizcocho:
250 gr. de harina (tamizada)
250 gr. de azúcar
175 gr. de nata (crema de leche)
75 gr. de aceite
1 cucharadita de canela
ralladura de la piel de una naranja
1/2 sobre de polvo de hornear o levadura química
1 cucharadita de esencia de vainilla
3 huevos
mantequilla y un poco de harina para engrasar
Para el almíbar:
Zumo de una naranja colado
5 cucharadas soperas de azúcar
Elaboración:
Precalentamos el horno a 180º
Batimos los huevos con el azúcar durante unos minutos, hasta que la mezcla blanquee y aumente de volumen.
A continuación añadimos el aceite, la nata (crema de leche) y la esencia de vainilla, batiendo bien tras la adición de cada ingrediente, hasta que la mezcla quede bien homogénea.
En un bol aparte ponemos la harina, previamente tamizada, la canela, la ralladura de naranja y la levadura, y mezclamos bien.
Después, vamos añadiendo poco a poco la mezcla de harina al bol con la mezcla de los líquidos. Yo lo hago en tres veces, mezclando bien con una cuchara de madera tras cada adición.
Cuando la masa esté lista, engrasamos bien un molde de bizcocho con la mantequilla, y espolvoreamos harina sobre ella, dando ligeros golpecitos en las paredes del molde, de forma que quede una película muy finita de harina sobre fondo y paredes.
Vertemos la masa en el molde y horneamos durante 35-40 minutos, hasta que al pinchar la masa con un palillo largo, éste salga limpio.
Para el almíbar (opcional):
Ponemos el zumo de naranja y el azúcar en un cazo, removemos bien y llevamos a ebullición sin remover en ningún momento.
Cuando rompa a hervir, retiramos del fuego y dejamos enfriar.
Cuando el bizcocho y el almíbar estén fríos, bañamos la superfície del bizcocho con este jarabe, y esperamos un ratito para que lo absorba, después, ya podemos disfrutar de un rico pedazo de este bizcocho delicioso.
A tener en cuenta:
Es importante tener esta regla en cuenta, cuando horneamos bizcochos: Prohibido abrir la puerta del horno en los primeros 30 minutos. Si lo hacemos, la temperatura del horno bajará de golpe, y el bizcocho se puede "desinflar" porque interrumpimos el proceso de horneado.
El punto del bizcocho se comprueba pinchando la masa con un palillo largo, de brocheta. Si sale limpio y seco (sin rastro de masa líquida) es el momento de retirarlo del horno.
El almíbar es opcional, pero os lo recomiendo, le dará un sabor y un dulzor aún más irresistible.
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