Aunque San Valentín y yo llevamos un tiempo distanciados, he decidido echarle un pulso y dar un aire romántico a las entradas de ésta semana dedicada al amor, al fin y al cabo el amor, esta muy presente en mi vida a través de mis hijos, de mi familia, de mis amigos, pocos pero de verdad y a prueba de todo tipo de obstáculos. ¡Definitivamente, soy una mujer muy afortunada!
Desde que hace unos meses, en la III Quedada de bloggers de Madrid, probé un brownie de remolacha, que creo que llevo Carmen de Tia Alia, (si no es así pido disculpas de antemano), pero a lo que iba, me gustó tanto que empecé investigar por las redes y a elaborar todo tipo de bizcochos con esa hortaliza y siempre con muy buenos resultados.
Como pasa con los bizcochos de calabaza, zanahoria, calabacín, etc, la remolacha aporta una humedad extra, que unida a su sabor dulzón combina perfectamente en este tipo de elaboraciones. El chocolate es sin duda el aliado perfecto.
Ingredientes:
250 g. Remolacha cocida
300 g. Azúcar
250 g. Aceite de oliva suave
3 Huevos
225 g. Harina
1 1/2 Cucharadita de bicarbonato
1/4 Cucharadita de sal
60 g. Cacao puro (Valor)
1 Cucharadita de pasta de vainilla
200 g. Nata (crema de leche) líquida
200 g. Chocolate postres
Grosellas
Flores para decorar
Elaboración:
Este bizcocho es plano, yo he utilizado un molde rectangular de unos 24x32 y una vez horneado, con un cortador de galletas he hecho porciones individuales en forma de corazón para darle un aire romántico.
Precalentamos el horno a 180º. Engrasamos un molde y colocamos dentro de él, papel de hornear. La remolacha la he comprado cocida y la he triturado en la Thermomix para conseguir un puré fino.
Mezclamos el puré de remolacha con los huevos, añadimos el azúcar, el aceite y la vainilla y removemos bien para conseguir una mezcla homogénea, sin batir.
Tamizamos la harina, con la sal, el cacao y el bicarbonato e incorporamos a la mezcla de la remolacha, mezclando muy bien todos los ingredientes.
Volcamos sobre el molde previamente preparado y horneamos a 180º durante unos 25 minutos o hasta que al pincharlo la aguja salga limpia. Sacamos del horno y dejamos enfriar dentro de la bandeja, mejor de un día para otro, para que se asiente bien.
Una vez frio el bizcocho, con un cortador de galletas le damos la forma que prefiramos y con mucho cuidado sacamos de la bandeja y colocamos en una rejilla.
Preparamos ganaché, poniendo en un cazo a calentar la nata (crema de leche) mientras picamos un poco el chocolate. Cuando la nata (crema de leche) comience a hervir, retiramos del fuego y volcamos sobre el chocolate removemos bien y cuando veamos que está brillante y homogéneo, volcamos sobre los bizcochos que teníamos en la rejilla.
Emplatamos con unas grosellas y unos pétalos de flores comestibles.