La ocasión fue este fin de semana primaveral que hemos tenido. Mi prima y su futuro marido (Javi) nos invitaron a comer con la excusa de preparar los sobre de la invitación de boda que le he diseñado… Pues bien, os podéis imaginar que con el día soleado de ayer hicimos de todo menos los sobres… El menú consistió en una calçotada y una barbecue para chuparse los dedos!. Desde luego, si nunca habéis probado la calçotada os la recomiendo al 100%, si os gustan las cebollas claro, está riquísima. Y para el postre preparé este bizcocho marmolado para tomar con el café de después de comer, ¿me ha quedado bonito, verdad?.
Mientras escribía este post, me he dado cuenta que el anterior, también fue un bizcocho… asi que, intentaré que los próximos posts sean más variados. Pero bueno, se acerca Semana Santa y con ella, sus monas, panes quemados y huevos de chocolate asi que, estad atentos que algo de ésto cocinaremos este año.
Buscando información sobre este bizcocho, no he encontrado ninguna referencia sobre su origen, pero si he leído en blogs de repostería que se trata de un bizcocho de lo más clásico, que se ameniza cuándo mezclamos un poco de la masa del bizcocho con chocolate en polvo y con esta mezcla, hacemos que se creen las divertidas formas que vemos cuando cortamos un trozo el bizcocho, creando así una armonía colorida entre los dos colores finales del bizcocho marmolado. A la par que es sencillo de hacer, es muy curioso el resultado, ¿verdad?.
Bueno, vamos a ponernos con la receta que ya os he contado demasiado…
Ingredientes para hacer el bizcocho
No son necesarios ingredientes muy difíciles de encontrar es más, seguramente los tengáis en casa:
150 g de mantequilla a temperatura ambiente
4 huevos M
200 g de azúcar blanco
250 g de harina
250 ml de leche
1 pizca de sal
1/2 sobre de levadura en polvo
15 g de cacao en polvo amargo
Una cucharada de esencia de vainilla
Cómo hacer un bizcocho marmolado
Un consejo que os doy es que antes de preparar cualquier receta os preparéis los ingredientes que vais a utilizar, pesados y medidos, cada uno en un recipiente para ser más ordenados y también, de paso, ensuciar menos la cocina. Os lo digo por experiencia, soy bastante “desordenada” (aunque en mi orden soy ordenada y me encuentro) pero si os dejáis las cosas listas, ¡lo agradeceréis!. Bien, vamos con los pasos para hacer el bizcocho:
1. Poner la mantequilla, blandita, en un bol. Si es verano y la tenéis fuera de la nevera es ideal para trabajarla si es en meses de más frío, tendréis que ponerla un poquito en el microondas pero que no se llegue a derretir. Bien, mezclamos la mantequilla con el azúcar y con unas varillas eléctricas, lo batimos todo hasta conseguir una mezcla blanquecina y que aumente un poco su tamaño, aproximadamente 2-3 minutos.
2. Sin dejar de batir, añadir uno a uno los huevos a la mezcla anterior, sin bajar la velocidad media con la que batimos. Una vez estén los huevos bien integrados en la masa, añadiremos la leche y el extracto de vainilla, poco a poco y sin dejar de batir todavía.
3. Ahora, dejaremos las varillas a un lado, y tamizaremos la harina junto con la levadura y la pizca de sal. Una vez esté todo tamizado, lo añadiremos a la mezcla anterior de golpe. Mezclaremos todo bien con movimientos envolventes de arriba abajo con la ayuda de una espátula.
4. Precalentamos el horno a 200ºC y mientras terminamos, se va calentando.
5. Ahora tenemos que forrar un molde con papel de hornear. Yo he utilizado uno de unos 20 cm, rectangular, que se utiliza para hacer puddings.
6. Separamos dos tercios de la masa de bizcocho y la colocamos en el molde listo para hornear. Al resto de masa, le añadimos el cacao en polvo y lo mezclamos bien. Esta masa de chocolate la distribuimos sobre la superficie de la masa que ya está en el molde y, con la ayuda de una cuchara, de forma uniforme la distribuimos por todo.
7. Cuando hayamos puesto toda la masa de chocolate, cogeremos una cuchara y con el mango, juntamos ambas mezclas sin remover en exceso. Yo lo he hecho con movimientos de arriba hasta la base del bizcocho, así, por toda la superficie. Se os quedará parecido a lo que os enseño en las fotografías, ¡este es el secreto del bizcocho marmolado de chocolate!.
8. Hornear durante 40 minutos y dejar enfriar sobre una rejilla. Consumir una vez el bizcocho esté frío, en caliente no es aconsejable aunque sé que cuesta resistir la tentación…
Pues nada, ahora quiero que os pongáis a cocinar y ver qué tal son vuestros resultados, espero que os sirva de mucho y sobretodo, os saque de algún apuro a la hora de preparar algo sencillo, ecónomico y rápido. ¡Nos vemos pronto!.
Si te ha gustado la receta, no te olvides de compartir y comentar, ¡todo será bienvenido!.
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