Las zarzas al igual que en el norte de España, crecen de manera silvestre en toda Irlanda. Recuerdo cuando era pequeña que, cesta en mano, salíamos, mis amiguitos y yo, bajo la vigilancia de una señora del pueblo, que nos cuidaba a todos, a recolectar moras en Comillas.
Muy a finales de verano nos poníamos morados, nunca mejor dicho (incluso nos comíamos algunas que todavía no habían madurado), con las camisetas perdidas de manchas y con los brazos llenos de arañazos. Pero ¡¡qué bien lo pasábamos!!
Y es que las moras dan un juego... Para hacer tartas, pies, compotas, gelatinas, helados, mermeladas, sopas...
Ingredientes (4 unidades)
Para el flan de Baileys
400 ml. de leche desnatada
50 ml. de leche condensada
85 ml. de Baileys
1 sobre de 32 gr. de preparado para flan
Caramelo líquido
Para la sopa de moras
300 gr. de moras congeladas
95 gr. de azúcar
55 ml. de zumo de naranja
1 cucharadita de ralladura de naranja
1 y 1/2 cucharadita de zumo de limón
Preparamos los flanes poniendo en un cazo al fuego la leche (menos un poquito que reservamos) y la leche condensada. En un vasito disolvemos el contenido del sobre de preparado para flan con la leche que habíamos reservado.
Esperamos a que hierva la leche, la retiramos del fuego y añadimos el contenido del vaso y volvemos a poner al fuego hasta que vuelva a hervir.
Retiramos del fuego y añadimos el Baileys. Mezclamos bien y llenamos unos moldes de flan que previamente habremos caramelizado.
Metemos en el frigorífico y dejamos al menos 6 horas antes de desmoldarlos.
Ponemos las moras, la ralladura de naranja y el zumo de limón en un recipiente al fuego. Añadimos el azúcar y revolvemos. Cocinamos a fuego lento 5 minutos hasta que el azúcar se haya disuelto.
Retiramos del fuego y dejamos enfriar. Una vez que la mezcla se haya enfriado, transferimos a un procesador de alimentos y trituramos hasta que esté suave.
A continuación pasamos la mezcla por un colador para eliminar las semillas, tapamos y reservamos en el frigorífico.
Desmoldamos los flanes sobre un plato no muy profundo y vertemos la sopa de moras alrededor del flan.y adornamos con una mora y una hoja de menta.
Me encanta la combinación que se produce en la boca cuando se mezcla el sabor suave, dulzón y pelín empalagoso del flan con esa nota de crema de whisky irlandés y el sabor ácido de las moras.
Es un postre sencillísimo, muy atractivo a la vista, digno de un buen restaurante pero que se puede preparar en casa con un mínimo esfuerzo y quedar genial con nuestros invitados.
Este mes el reto reposteras por Europa me ha transportado a mi infancia en el norte, en Cantabria. A ese paisaje de prados verdes recorridos por senderos con zarzas que crecen a ambos lados y suben por muros de piedra cubriéndolo todo.
Dos de mis aficiones preferidas: viajar y cocinar... así da gusto participar en retos. ¿Cual será nuestro próximo destino?