En nuestra cultura, para muchísimas personas comer sin pan, es dificil y a veces casi imposible, en cambio, para los asiáticos, comer arroz es sinónimo de comer, una comida sin arroz es impensable.
El arroz es la base más que el complemento de los aromáticos platos asiáticos, ya sean de carne, de pescado, mariscos o verduras.
Hasta hace no muchos años, la palabra arroz en nuestro país, era sinónimo de "paella", como mucho de complemento de sopas o potajes; aunque últimamente, el arroz al igual que otros condimentos del lejano oriente, se ha ido afianzando e introduciendo prestándosele mayor atención en nuestras cocinas donde se va introduciendo las exóticas recetas orientales paulatinamente.
Siendo hoy en día, junto con el trigo, un alimento indispensable en la alimentación diaria prácticamente en todo el mundo.
¿Sabían que existen cerca de 8.000 tipos de arroces diferentes? Aunque se agrupan en tres grupos básicos, según la forma exterior del grano: medio, largo y redondo.
El arroz largo se caracteriza por ser fino, largo lógicamente y bastante duro; una vez cocinado queda seco y suelto; entre ellos uno de los arroces asiáticos más exquisitos y aromáticos, el basmat; en cambio los arroces de grano medio y redondo son más blandos.
En la parte de Asia donde se suele comer con palillos, prefieren los arroces de grano redondo, ya que al cocinarlos se quedan pegados, por lo que se pueden coger con más facilidad.
El arroz no sólo es el alimento principal en los países asiáticos, sino que a través de los siglos éste "oro blanco" es parte de su cultura; concretamente en Japón, hubo un tiempo que el arroz era un indicador de riqueza; incluso los famosos y legendarios Samurais recibían arroz recién cosechado como paga.
Fue en Asia donde se inició el cultivo del arroz. Existen estudios que dejan constancia de que en China aparecen los primeros cultivos, en los valles fértiles del río Huang Ho y del Yang-Tse Kiang, antes del siglo XV a C., en los años 8200-7800 a C.
Su historia sitúa su nacimiento en India donde se descubrió por primera vez en su forma silvestre.
El arroz llegó al Mediterráneo 350 años antes de nuestra era. Ya en el siglo IV a C, su cultura estaba muy extendida en Mesopotamia, a través de las bolsas de comercio que el rey persa Darío establecido con China y la India.
Aunque era conocido por romanos y griegos, éstos lo consideraban más como una planta medicinal que como alimento, fueron los árabes quienes lo introdujeron, en torno al siglo VIII de nuestra era, en la costa española. De hecho, el origen del nombre, tal y como la conocemos hoy en día viene de la palabra de origen árabe "ar-ruzz".
Años después en el siglo XV se propagó a Italia, Francia y para seguir su largo camino tras los grandes descubrimientos protagonizados por conquistadores europeos implantandose en todos los continentes.
Un largo, largo camino recorrido que comenzó hace unos 10.000 años, un increible viaje desde India, China, Japón?desde Asia; una historia, la de tan sencillo y simple cereal, tan especial y envolvente como cada uno de los granos de arroz, como su delicioso sabor, su aporte nutritivo y el inmenso universo de preparaciones que podemos realizar con el "oro blanco".
Hoy, influenciada Mi cocina una vez más por ésos países orientales que tanto me gustan, he preparado éstas deliciosas bolas de arroz rellenas de langostinos?haciendo un guiño a la cocina japonesa dándoles forma de "Onigiri"para posteriormente, guiñar con el otro ojo a China dándoles a las bolas de arroz un "toque" de vapor que les dará aromas al cilantro y cebolleta fresca?..
Espero que les guste?y viajen una vez más, gastronómicamente hablando, desde Mi cocina al lejano Oriente?.
¿Cómo lo hice?
Ingredientes:
Dos vasos de arroz tipo redondo (pueden usar cualquiera, de hecho lo preparé con arroz tipo basmati, alargado), tres vasos de agua, diez langostinos, una cebolla blanca pequeña (tipo cebolleta), hojas de lechuga (use el tipo "malagueña" por lo que eran hojas grandes y necesité solo cinco), una ramita de cilantro fresco, un trozo de puerro (la parte blanca), dos cucharadas pequeñas de jengibre en polvo, dos cucharadas soperas de aceite (usé de oliva virgen), sal.
Para acompañar (opcional): salsa agridulce (se puede encontrar en cualquier supermercado).
Los pasos a seguir:
En un cuenco poner el arroz y lavarlo bien con agua corriente. Cambiándole el agua de vez en cuando hasta que salga clara. Escurrir y dejar reposar.
Mientras, pelar los langostinos y cortarlos en trozos pequeños.
Cortar igualmente en trocitos pequeños la cebolla. (Reservar la parte verde de la cebolleta muy picadita, aparte de la parte blanca de la cebolla)
Lavar el puerro, cortarlo en aros y lavar bien las hojas de lechuga, reservar.
Poner el arroz en una cazuela honda, y añadir los tres vasos de agua. Salar al gusto.
Tapar la cacerola y cocer a fuego medio. Dejarlo hervir unos dos minutos y bajar el fuego al mínimo, dejándolo cocer unos trece minutos aproximadamente.
Apartar del fuego y dejarlo reposar en una fuente o plato llano que se vaya enfriando.
En un cazo, echar el aceite y pochar a fuego lento la cebolla, antes de que llegue a dorarse incorporar los trozos de langostinos y remover durante unos dos minutos.
Agregar el jengibre y cilantro picado, mezclar bien, apartar del fuego y reservar.
Colocar las hojas de lechuga haciendo una cama en cada cestilla de bambú.
Mojar las manos con un poco de agua, coger un puñado de arroz y hacer una pelota con las manos.
Con los dedos hacer un orificio para introducir los trozos de langostinos y cebolla que se ha preparado y reservado, volviendo a cerrar la bola de arroz de una manera suave, sin apretar demasiado, procurando hacer la presión justa.
Ir colocando cada bola en la cestilla (hice seis en total, tres en cada cestito?Mi cesto de bambu de cocción al vapor tiene dos pisos).
Echar alrededor de las bolas los trozos de puerro y el resto de las hojas de cilantro fresco espolvoreando los trocitos verdes de cebolleta.
En una cacerola echar un poco de agua?.con mucho cuidado de que al hervir no lleguen a mojar la primera cestilla de bambú.
Colocar los cestillos en el agua y dejarlos cocer tapados unos cinco minutos aproximadamente (cuidado con el agua de la cocción, que no se quede seco el recipiente).
Sacar la cestilla de la cacerola?.destapar
Y disfrutar?.añadiendo un chorreoncito de salsa agridulce al gusto....
¡¡ Buen provecho...!!