Hacía bastante tiempo que no usaba la panificadora ya que al principio, cuando la compré, hice varias veces la receta del pan de molde y también el amasado del panettone, pero no la había empleado para nada más, y eso que, curioseando por pinterest, hay recetas de todo tipo para hacer con este aparato: mermeladas, bizcochos, arroz con leche, croquetas, manzanas asadas, pimientos asados, ¡hasta lasaña! Pero lo cierto es que me apetecía un dulce que hacía mucho tiempo que quería hacer con la panificadora y que, una cosa por otra, nunca había hecho: el brioche.
Dice la Nueva Larousse Gastronómica que el origen del brioche, palabra controvertida, apareció en 1404, manteniendo algunos que procede de Brie, ya que, de hecho, Alejandro Dumas menciona que la masa era amasada con queso de Brie. Sin embargo, se considera que la palabra proviene del verbo "brier", antigua forma normanda del verbo "broyer", cuyo significado sería algo así como "golpear" (del inglés, "to pound"). [New Larousse Gastronomique, 2018].
Como curiosidad, es célebre la frase atribuida a María Antonieta, reina de Francia, de "¡que coman pasteles!", que en francés sería "Quils mangent de la brioche!" y que conocemos gracias a Las Confesiones de 1783 de Rousseau.
Retrato de María Antonieta,
por Louise Élisabeth Vigée-LeBrun, 1783
Antes de traeros esta receta, debo confesar que hice un par de intentos como prueba, hasta dar con la que me gustó, modificando proporciones y demás, y es que esta masa debe llevar al menos 400 gramos de mantequilla por cada kilo de harina. Como en este caso he empleado medio kilo, lo suyo es utilizar 200 gramos. Por lo demás, la receta es sencillísima, ya que la máquina lo hace todo, aunque tengo pendiente hacer un brioche de forma tradicional, es decir, al horno, pero para no hacer muy tediosa la espera de los levados, intentaré hacerlo de manera "express", ya os contaré a ver qué tal me sale el experimento...
Ingredientes:
- 250 ml de leche tibia (no caliente)
- Medio cubito de levadura fresca de panadería (unos 12,5 gramos, si no tenemos, lo podemos sustituir por un sobre de levadura seca de panadería, que son unos 7 u 8 gramos)
- 200 gramos de mantequilla
- 100 gramos de azúcar
- 3 huevos L
- 500 gramos de harina de fuerza (la normal también os serviría en caso de no tener de fuerza, aunque, lógicamente, no queda igual)
- 50 gramos de cacao puro en polvo
- Media cucharadita de sal
- 100 gramos de chocolate finamente troceado (o gotas de chocolate)
- Gotas o chips de chocolate para la superficie
Elaboración:
1. Lo primero que haremos, si tenemos la leche fría de la nevera, será calentarla un poco en el microondas, pero debe estar tibia, no caliente, para que la levadura no se "muera".
2. Disolvemos la levadura en la leche con ayuda de una cucharilla o tenedor y lo echamos en la cubeta de la máquina.
3. Por otro lado, vamos a derretir la mantequilla y la dejaremos enfriar un poco. La añadiremos a la cubeta junto con los huevos y el azúcar.
4. A continuación, echamos la harina, no es necesario que esté tamizada, pero si lo hacemos tampoco sería mala idea. Ponemos también el cacao y la sal.
5. Cerramos la tapa de la panificadora y programamos el programa "Dulce" (que suele ser el nº 4), peso medio (en la mía son 1000 gramos, pero en otras puede ser 1250 gramos, por lo que lo programaríais para 1000 gramos, ya que hemos utilizado 500 de harina), y tueste ligero.
6. Cuando la máquina emita el primer pitido mientras está amasando, añadiremos las virutas de chocolate para que se vayan repartiendo por toda la masa mientras se amasa.
7. En el segundo pitido o segundo levado, quitamos las palas amasadoras, alisamos la superficie, aunque tampoco es necesario que quede perfecta, y ponemos por encima los chips de chocolate. Y ya dejamos que el programa termine de hacer el brioche.
8. Una vez que termine, sacamos la cubeta y lo dejamos enfriar completamente antes de desmoldarlo.
Nota:
Se puede guardar a temperatura ambiente pero dentro de algún recipiente con tapa, una campana de cristal o en una bandeja cubierto con film transparente, ya que al ser un dulce casero, no va a durar "blandito" tanto tiempo como los dulces industriales, pero os aguantará bien unos 3 ó 4 días.