Los calabacines son muy versátiles ya que con ellos se pueden hacer multitud de recetas, como por ejemplo, una crema, el típico pisto, usar sus láminas para sustituir las de pasta en una lasaña o unos raviolis, hacer chips crujientes, un tajín marroquí, una tortilla, incluso unos nuggets... o, como en esta ocasión, unos calabacines rellenos.
Ya tengo publicada otra receta de calabacines rellenos de quinoa al ras el-hanout, que os recomiendo mucho porque es sorprendente y está muy muy rica ¡de verdad!
Las medidas que os doy son para dos personas, si utilizáis un calabacín bien grande y hermoso, con uno será suficiente, pero si los tenéis más pequeños, medianos, será uno por cabeza, es decir, dos.
Ingredientes (2 personas):
- 1 calabacín grande (o dos pequeños)
- 1 o 2 dientes de ajo
- 1 cebolla pequeña
- Medio pimiento rojo
- 2 latas de atún en aceite escurrido
- 150 gramos de salsa de tomate o tomate frito
- Sal y pimienta al gusto
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- Aceite de oliva en spray (porque es más cómodo, pero puede ser de botella)
- Queso rallado para gratinar (al gusto)
Elaboración:
1. Empezamos precalentando el horno a 200º C.
2. Partimos el calabacín por la mitad a lo largo y vaciamos la pulpa, reservándola para después.
3. Rociamos con spray los calabacines vacíos y añadimos una pizca de sal. Los metemos al horno unos 20 minutos para que se ablanden.
4. En una sartén, ponemos las dos cucharadas de aceite y pochamos el ajo y la cebolla bien picaditos, junto con el pimiento rojo.
5. Mientras, picamos la pulpa del calabacín que habíamos reservado y añadimos también a la sartén.
6. Cuando esté todo pochadito, añadimos el atún bien escurrido y salpimentamos al gusto.
7. Agregamos el tomate y removemos bien durante un par de minutos y apartamos del fuego.
8. Sacamos los calabacines del horno y rellenamos con lo de la sartén. Cubrimos con queso rallado al gusto y ponemos a gratinar en el horno unos 15 minutos y servimos.