El caldo de pollo sirve de base para muchos platos: sopas, cremas, arroces y salsas. Pero simplemente sirviéndolo con unos picatostes o un poco de pasta resulta una sopa deliciosa siempre apetecible. El éxito o fracaso de muchos platos depende de un buen caldo de fondo elaborado con ingredientes naturales.
Mi consejo es que, si tenéis espacio en el congelador, al igual que os conviene hacer con el caldo de carne y pescado, preparéis una buena cantidad de caldo y lo congeléis para tenerlo disponible cuando lo necesitéis.
Caldo básico de pollo
Dificultad: fácil
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Ingredientes
Preparación: 20 minutos Cocción: 2 horas
Para 3 litros de caldo:
1 kilo y medio de carcasas de pollo (se puede sustituir 1/ kilo de carcasas de pollo por huesos de ternera)
1 cebolla grande
1 zanahoria grande
1 tallo de apio con hojas en trozos grandes
perejil, tomillo, laurel (opcional)
4 litros de agua (se reducirán a 3 litros)
Preparación
Limpiad las verduras, cortadlas a trozos y reservadlas.
Trocead las carcasas de pollo y los huesos.
Pasadlo a una olla y agregad las carcasas y los huesos, las verduras, el perejil, tomillo, y el laurel. Llevadlo a ebullición lentamente y reducid el fuego. Dejadlo hervir todo junto durante unas dos horas, sin tapar, espumando la superficie de vez en cuando. Colad el caldo y desechad todo. Dejadlo enfriar.
Web: Commememucho
El caldo se puede enriquecer con otras verduras, incluso añadir un hueso de jamón que enriquece mucho su sabor. Una vez preparado es mejor dejarlo enfriar en el frigorífico y retirar la grasa que se queda en la superficie.