Nº 1 Serie caldos básicos: caldo de ternera
Nº 2 Serie caldos básicos: caldo de pescado
El caldo de pollo es muy ligero y sano y combinado con un poco de pasta como unos fideos finos resulta un primer plato perfecto. La clásica sopa de fideos es una de las primeras que se suele dar a los niños, por su textura, y es muy fácil de tomar para ellos cuando están empezando la masticación.
Sirve de base para muchos platos: sopas, cremas, arroces y salsas. Pero simplemente sirviéndolo con unos picatostes o un poco de pasta resulta una sopa deliciosa siempre apetecible.El éxito o fracaso de muchos platos depende de un buen caldo de fondo elaborado con ingredientes naturales.
Mi consejo es que, si tenéis espacio en el congelador, al igual que os aconsejé con el caldo de carne y pescado, preparéis una buena cantidad de caldo y lo congeléis para tenerlo disponible cuando lo necesitéis.
CALDO BÁSICO DE POLLO
Preparación: 20 minutos Cocción: 3 horas y media
Ingredientes (para un litro y medio):
1 kilo y medio de carcasas de pollo
2 cebollas grandes
2 zanahorias grandes troceadas
2 tallos de apio con hojas en trozos grandes
perejil, tomillo, laurel
10 granos de pimienta negra
3 litros de agua
Preparación:
Precalentad el horno a 180º y poned los huesos de pollo y la cebolla en la bandeja del horno. Horneadlos durante 50 minutos hasta que estén dorados.
Pasadlo a una olla o cazuela y agregad el agua, las verduras, el perejil, tomillo, el laurel y los granos de pimienta. Llevadlo a ebullición lentamente y deducid el fuego. Dejadlo hervir durante 3 horas, sin tapar, espumando la superficie de vez en cuando. Pasad la mezcla por un cedazo fino y desechad todo. Dejadlo enfriar.
El caldo se puede enriquecer con otras verduras, incluso añadir un hueso de jamón que enriquece mucho su sabor. Una vez preparado y a temperatura ambiente, es mejor dejarlo enfriar en el frigorífico y retirar la grasa que se queda en la superficie.