Ingredientes (2 pax):
10-12 láminas de canelones precocidas
1 berenjena
1 cebolla
300ml de caldo de verduras
1 cucharada sopera de harina de trigo
1 cucharada de harina de maíz
1/2 vaso de vino tinto o jerez
1 puñadito de pasas
1 puñadito de piñones
1 cucharadita de trufa triturada (opcional)
pimienta negra molida
sal y aceite
Preparación:
Empezaremos haciendo el relleno de los canelones. Para esto lavaremos y cortaremos la berenjena en trozos medios, junto con la cebolla, y lo pondremos todo en una sartén con aceite hasta que esté bien pochado.
Le añadimos un poco de sal y pimienta negra. Cuando esté todo bien pochado lo ponemos en un recipiente para pasarlo por la batidora. Le añadimos la cucharadita de trufa y lo trituramos todo bien, rectificando de sal si es necesario. La trufa le da un toque muy peculiar, apenas imperceptible por la poca cantidad, pero que le deja un sabor muy bueno.
A continuación, cogemos las láminas de los canelones precocidos y las colocamos una a una en un recipiente con agua caliente (no hirviendo) y los dejamos unos 20 minutos hasta que se hidraten bien. Hay que removerlos con cuidado de vez en cuando para evitar que se peguen entre sí. Os aconsejo no poner muchas láminas juntas a la vez ya que se pegarían.
Para hacer la salsa velouté, seguiremos los mismos pasos que para una bechamel convencional, pero sustituyendo la leche por caldo de verduras. Cogemos un cazo y le echamos un chorrito de aceite de oliva, cuando esté caliente le añadimos la cucharada de harina de trigo y removemos bien con unas barillas. Cuando empiece a coger un poquito de color, le vamos añadiendo poco a poco el caldo de verduras que habremos calentado previamente. Seguimos removiendo sin parar a fuego medio hasta que empiece a espesar. El caldo se lo iremos añadiendo poco a poco a medida que va a espesando.
Al finalizar, si vemos que no acaba de espesar, podemos añadirle la cucharada de harina de maíz disuelta en un poquito de agua. Esto hará que espese mucho más rápido, pero os recomiendo añadírsela poco a poco hasta que veamos que tiene el espesor deseado. Yo prefiero que quede algo más ligera que una bechamel convencional, ya que la hace una salsa más ligera y fina. También podéis colar la salsa para que quede más fina por si os ha quedado algún grumito.
A continuación, salteamos en una sartén las pasas y los piñones y se los añadimos a la salsa, junto con el medio vaso de vino y un poquito de pimienta negra. Lo dejamos hervir unos minutos y lo reservamos.
Ahora vamos a rellenar los canelones. Colocamos una pequeña cantidad de salsa en cada lámina de canelón y los vamos enrollando con cuidado:
Cuando los tengamos todos los colocamos en el lugar donde los vayamos a servir, para poder ponerle directamente la salsa por encima:
Al no meterlos luego en el horno, la masa del canelón no queda tan blanda. Si preferís, podéis poner los canelones en una bandeja de horno y gratinarlo unos minutos, pero se secaría un poco la salsa, por lo que tendríais que hacer más cantidad de la que indico en la receta. Así quedan muy buenos, pero os lo dejo a vuestra elección.
Por último, le ponemos la salsa por encima y ¡listos! :)
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