2. En una sartén colocamos un chorrito de aceite, unos ajos picados, cebolla, pasas y pilones. Dejamos que se doren.
3. Bajamos el fuego y añadimos unas espinacas bien lavadas. Dejamos que se mezcle bien a fuego lento.
4. En un vaso mezclamos dos cucharadas de aceite y una pequeña de pimentón. Añadimos a las espinacas y removemos.
5. En nuestra cazuela colocamos una lámina de pasta ya blandita (de las de lasaña) y después las espinacas y queso rallado. Y así hasta que rellenemos la cazuela.
6. Cuando acabemos rociamos con un poco de aceite y la salsa que nos quede de las espinacas.
7. Horneamos 20 minutos a 200 grados.
Para el que no es vegetariano, la mezcla se puede elaborar añadiendo también un poco de jamón ya picado.