Soy una adicta al programa de Enrique Sanchez¨Cometelo¨, de Canal Sur. Hace unas recetas magnificas, nada de menudencias ni tonterias, sino comida de toda la vida, las que se hacen normalmente en una casa sencilla, y sin tantos aparatos raros ni tanta solemnidad como la alta cocina que no hay quien se lo coma. Esta receta la ví en ese programa, al principio cuando dijo el titulo de la receta puse mala cara, porque no me gusta mucho la cebolla, pero a medida que se iba desarrollando dicha receta me fuí entusiasmando hasta tal punto que me decidí a hacerla, y me alegro de haberme decidido porque está estupenda y no será la primera vez que la haga.
Ingredientes para cuatro cebollas:
2 cebollas medianas,
350gr de carne picada(cerdo, pollo, ternera) yo cerdo ibérico,
20 lonchas de bacón un poquito grueso,
2 dientes de ajo,
1 berenjena,
4 tomates rojos,
1 huevo,
100gr de queso en daditos,
perejil picado,
1 cucharadita de orégano,
sal y pimienta molida.
En un bol poner la carne y el huevo, añadir la sal al gusto, la pimienta, el perejil y el orégano, el queso cortado en daditos y remover bien hasta mezclar totalmente, reservar.
Cortar los polos de las cebollas y pelarlas. Darles un corte solo en una parte e ir sacando capas con cuidado que no se partan mucho.
Normalmente de cada cebolla salen dos o tres capas que sean de buen tamaño para rellenas y para que se vean todas más o menos del mismo tamaño.
Coger una capa de cebolla con la mano manteniendola cerrada y con una cuchara rellanarla hasta los topes.
Coger dos lonchas de bacón, una para rodear la cebolla y la otra para ponerla atravesada. Ponerles unos palillos para que mantengan la forma.
Meter en el horno a 190º durante 30 minutos.
Mientras tanto picamos el resto de la cebolla, los ajos, los pimientos y la berenjena, lo sofreimos con un poco de aceite.
Cuando la verdura se haya vencido añadir los tomates rallados y dejar que se fria, echarle un poco de sal.
Cuando estén hechas las cebollas retirarles los palillos y servir encima de las verduras.
Les aseguro que no se arrepentiran.
Fuente: este post proviene de Isabel Ortega Corrales, donde puedes consultar el contenido original.
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