¡¡¡Y por fín luce el sooool!!!
A veces parece que estoy metida en un ascensor siempre hablando del tiempo. ¡A mi pobre catador lo llevo frito! :D
Pero es que no sabía que lo iba a echar tanto de menos, creo que es lo peor que estoy llevando desde que me mudé a Madrid, y no llevo ni un año!!
Recuerdo que el año pasado empecé a tomar el sol el primer día de Abril, y a estas alturas ya nos sobraban las chaquetas en Torrevieja. Carnaval era el momento donde nos despojábamos de nuestras mantas como en el anuncio y salíamos con nuestra ropa de entretiempo, y en Fallas hasta podías llevar manga corta durante el día. Así que cuando hablo con mis amigas y les cuento que aún llevo abrigo y bufanda es cómo ¡¿hola?!
Supongo que todo será acostumbrarse, pero a estas alturas la verdad es que estoy algo cansada de mi abrigo de todos los días. Tengo ganas de mandarlo de vacaciones al armario :D
Pero bueno, celebremos que el sol luce fuera con esta super cheesecake que nos trajo nuestra querídisima amiga Elena en su blog Mi recetario por Elena Pilar.
Ya he probado varias recetas suyas y qué deciros, pues que son un éxito asegurado y en casa está probado, no duran más de tres días en la nevera. A mí personalmente me encanta su blog, es uno de mis favoritos, por el cariño y la ternura con la que hace todas sus recetas y comparte contigo sus vivencias y su día a día. Elena es una persona entrañable que os transmitirá al primer instante confianza y una dulzura infinita. Así que desde aquí os invito a que la conozcais y os perdáis en sus recetas, a cual más rica y bonita.
Respecto a la tarta, es una cheesecake que mantiene su esencia pero con un toque diferente gracias a esa base de galletas y nueces. El interior es cremoso y con esa textura consistente que me gusta de las tartas de queso. El único fallo que cometí fue no usar un molde más pequeño y alto para hacerla, con lo que se quedó más bajita y grande. Personalmente prefiero un molde de unos 18 cm. para este tipo de tartas tal y como siempre he usado para las publicadas anteriormente en el blog.
Así que si queréis sorprender y probar algo diferente, os animo a hacerla.
Perfecta para celebrar un domingo como este :)
Ingredientes:
Para la base:
50 gr. de nueces picadas
100 gr. de galletas
50 gr. de mantequilla (yo añadí dos cucharadas más)
Para el relleno:
6 cucharadas de leche condensada
300 gr. de queso Philadelphia
3 huevos
1 cucharadita de esencia de vainilla
Para la cobertura:
200-250 gr. de dulce de leche
2 cucharadas generosas de Baileys
Elaboración:
Empezamos precalentando el horno a 180º. Forramos un model desmontable de 20 cm. colocando papel vegetal en la base y engrasando con mantequilla las paredes. Picamos las nueces y las galletas y las ponemos en un bol. Fundimos la mantequilla unos 30 segundos en el micro y añadimos a la mezcla de galletas y nueces. Integramos bien hasta que se quede una mezcla homogénea. Cubrimos la base de nuestro molde procurando que quede lo más uniforme posible. Horneamos 15 minutos.
Pasado este tiempo, sacamos el molde y dejamos enfriar a temperatura ambiente. Para el relleno, batimos los huevos y añadimos las cucharadas de leche condensada. Sin dejar de batir añadimos poco a poco el queso hasta que no queden grumos y se haya batido todo bien. Vertemos la mezcla en nuestro molde y horneamos unos 50-45 min. con la parte de abajo y de arriba encendidas.
Cuando hayan pasado 15-20 minutos abrimos y cubrimos la tarta con papel albal para que no se nos queme la superficie. Una vez pasado el tiempo, comprobamos que esté hecha por dentro con el tenedor, apagamos el fuego, sacamos y enfriamos a temperatura ambiente antes de meter en la nevera para evitar que se agriete por el cambio de temperatura brusco.
Metemos en la nevera. Cuando esté completamente fria, preparamos la cobertura. Mezclamos el dulce de leche con el Baileys. Cubrimos la superficie de la tarta con ella y decoramos con nueces. Yo cogí las más enteritas que encontré. Servimos y a disfrutar.