Cuando vivía en Bélgica ir al supermercado era una aventura. Marcas raras, un montón de productos desconocidos y cartelitos con palabras en Holandés. Divino. Al principio, ir a la compra solía incluir llamadas a mi madre preguntando si algo era excesivamente caro y consultas al diccionario para enterarme qué intentaba comprar. Pero pasa el tiempo, te confías y un día te ves cocinando
La verdad que nunca las había probado… ¡Y me gustaron! Desde entonces repito un montón de veces esta receta que es tan rápida cómo rica. Si queréis, podéis echar un poco de mantequilla en el agua de cocción. Las coles la absorberán y les darán un toque riquísimo (aunque poco light) ;).
Por si hay algún curioso por ahí, se llaman coles de Bruselas porque los primeros cultivos de esta verdura, tal y cómo la conocemos, se dieron en Bélgica allá por el año 1200? ¿empezamos?
Ingredientes...
1 bandeja de coles de Bruselas.
200g de bacon en tiras (o un poco más si lo queréis con extra de grasilla ;)).
Queso parmesano al gusto.
1 pizca de comino.
1 cucharadita de tomillo.
1 chorrito de vinagre de vino blanco.
Aceite de oliva virgen extra.
Sal y pimienta.
Con las manos en la masa...
En una sartén con un poco de aceite de oliva salteamos las tiras bacon con comino un par de minutos. A continuación, añadimos el tomillo, sal y pimienta hasta que el bacon esté crujiente. Echamos un chorrito de vinagre y reservamos.
Lavamos las coles de Bruselas y las partimos a la mitad. Eliminamos las hojas exteriores que estén más ?sueltas?.
Cocemos las coles en agua hirviendo con un poco de sal durante unos 7-10 minutos. Tienen que quedar blanditas pero a la vez crujientes por dentro. Cuando estén las pasamos a un bol con agua muy fría y las escurrimos.
A continuación, salteamos un par de minutos las coles de Bruselas en la sartén removiendo para que se integren todos los sabores. Probamos y rectificamos de sal, echamos el queso parmesano y ¡a comer!