Y una despedida que nos ha dejado un vacío considerable a todos. Es complicado hacer entender a dos niños de 4 y 2 años, que tienen que esperar mucho tiempo para volver a ver a sus abuelos a los que adoran.
Así que cada vez que nos ponemos un poco tristes, recordamos las vacaciones que acabamos de pasar con ellos en Sicilia, el mar azul turquesa, su paisajes volcánicos, la gente que hemos conocido y todas las cosas ricas que hemos probado?
Viajar con niños ha cambiado sin duda mi modo de ver las cosas. Hace unos años, me hubiera vuelto loca intentando ver todo lo que hay-que-ver en 4 días. Esta vez hemos pasado 10 días en una casa rural a tiro de piedra de la playa y del cinematográfico pueblo de Cefalú. Hemos estado días casi sin coger el coche, en la playa o sentados en una plaza, disfrutando de un helado de pistacho y viendo pasar a la gente. Otros días, nos hemos ido un poco más lejos: las islas Eolias, y Stromboli escupiendo lava al anochecer nos dejaron boquiabiertos, Taormina con su espectacular anfiteatro, sus jardines y su precioso casco histórico, y hasta Palermo nos sorprendió con sus mercados y amalgama de culturas.
Y sí, también estoy segura de que nos perdimos un montón de cosas interesantes, pero viajando despacio, sin planear en exceso, estoy empezando a descubrir una nueva forma de conocer el mundo…
Y sin querer aburrirte ya mucho mas, hoy traigo una receta para hacer Ricotta casero, queso típico de Sicilia y fácil como el que más.
El Ricotta se utiliza en infinidad de platos sicilianos aunque tal vez, los más conocidos son unos dulces llamados Cannoli que consisten en una masa en forma de tubo y que se rellena de una mezcla dulce de queso ricota. Son una auténtica delicia.
A mí me gusta especialmente en platos salados, en pasta, en alguna ensalada o combinado con verduras en un pastel salado. En dulce, me encanta el helado de Ricotta. También queda buenísimo en tartas de queso o como ingrediente de un bizcocho con un toque especial.
TIEMPO DE PREPARACIÓN
5 minutos + unas horas escurriendo
INGREDIENTES
1 litro de leche entera (yo usé fresca)
200 ml de nata (crema de leche) líquida
el zumo de un par de limones
una cucharadita de sal
UTENSILIOS
Jarra medidora
Cazuela
Colador
Exprimidor
Un recipiente hermético o tarro de cristal con tapa
Paño de muselina
ELABORACIÓN
En una cazuela, calienta la leche, la nata (crema de leche) y la sal y mezcla bien todos los ingredientes sin dejar que hierva.
Retira la cazuela del calor.
Añade el zumo de limón y mézclalo todo bien. Deja reposar hasta que se enfríe. Pronto verás que la mezcla se separa en dos, por un lado la cuajada y por otro el suero de leche.
Coloca un colador encima de un recipiente amplio. Sobre el colador, coloca el paño de muselina y vierte la mezcla sobre él.
Deja escurrir el requesón durante unas cuantas horas (yo lo dejé escurrir toda la noche en la nevera).
Y ya está, es así de fácil y rápido, y muy-muy rico. ¿Te anímas a probarlo?
NOTAS
Con estas cantidades, han salido 350 gr de queso ricotta. He congelado el suero de leche resultante para futuros experimentos.
Si quieres aprender a hacer Cannoli, Isabel de Aliter Dulcia tiene una receta deliciosa en su blog.
Si te apetece utilizar el Ricotta en un plato dulce, puedes omitir la sal.
Según las recetas que he visto en la red, el Ricotta siciliano y nuestro requesón son muy similares por lo que en la mayoría de los casos se utiliza cualquiera de los dos términos indistintamente.
FUENTES
He usado las cantidades de la receta de requesón que tienen las chicas de La Cuchara Azul en su precioso blog aunque he variado el método ligeramente de acuerdo con las indicaciones de Wonky Wonderful y The Kitchn.